La aldaba
Carlos Navarro Antolín
El rey brilla al defender lo obvio
Últimos días del verano y muchos empiezan a hacer balance de todas la cosas que han hecho. Decía Fernando Fernán Gómez que las bicicletas son para el verano. También el mejor momento para salir de viaje o hacer excursiones.
Pero no sólo de ocio vive el hombre en verano. Se da la paradoja de que estos meses de agosto y septiembre son también los mejores para mudarse y afrontar obras en casa. Si estrenamos casa o tenemos por delante una reforma integral, uno de los aspectos que más suele costar en todos los aspectos es dar con el diseño de cocina ideal que se ajuste a tus necesidades.
Cocinas de gas, eléctricas, de inducción, vitrocerámicas o modulares. Todo dependerá del estilo de vida de cada persona o núcleo familiar. Bien es cierto que actualmente las placas vitrocerámicas son los modelos más comunes en los hogares ¿Qué ventajas tiene la vitrocerámica sobre otras tecnologías de cocina? Aquí os lo exponemos.
Las placas eléctricas son bastante baratas y suelen ser las favoritas de muchos, aunque no las más útiles para el día a día; la tradición determina que la comida que se prepara en cocinas de gas sabe mejor; las placas de inducción son las más avanzadas a nivel tecnológico; y las modulares son las más completas porque te permiten adaptarlo todo a tu gusto, pero su instalación es más complejo y su precio suele dispararse en exceso dentro de los presupuestos familiares. Llegamos así a la vitrocerámica, que destaca por su seguridad, comodidad y relación calidad-precio.
Entre sus ventajas se encuentra, claramente, que es más económica que un modelo de inducción, admite casi todo tipo de recipientes sobre su superficie y se limpia fácilmente. Además, mantiene la temperatura durante una vez se apaga lo que ayuda a conservar la comida durante más tiempo antes de ingerirla, sobre todo esos guisos que solemos hacer en temporada de otoño-invierno.
Bien es cierto, que no todo son bondades en lo que rodea a la vitrocerámica. Su mantenimiento requiere de una mayor atención porque son más frágiles a los golpes que una de gas y se limpia más fácilmente, pero únicamente con determinados productos que ayudarán a que se conserve de forma óptima durante más años. Esta es la manera de hacer una limpieza profunda de la vitrocerámica. Por último, consumen más energía que otros modelos antes de conseguir un calentamiento uniforme de los productos.
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