Así es el truco sencillo y rápido para limpiar el horno y dejarlo como nuevo
Muchas personas en casa tienen horno y, quien cuenta con uno, sabe que es uno de los electrodomésticos más usados (y más útiles) del hogar, pero también uno de los más difíciles de limpiar. Con el uso es normal que se acumulen restos de grasa y alimentos que, cuando se queman, se quedan incrustados en las paredes y la bandeja. Aunque haya productos específicos para limpiarlo, pueden llegar a ser agresivos, caros y generar olores fuertes que no siempre son seguros para el hogar.
Existen trucos caseros y naturales que son igual de efectivos, son más baratos y, sobre todo, seguros con los que podrás limpiar el horno y dejarlo reluciente sin esfuerzo.
Bicarbonato y vinagre
Una de las mezclas más efectivas para limpiar el horno es el bicarbonato de sodio y vinagre blanco, dos ingredientes que casi todo el mundo tiene en su casa y que son tienen propiedades limpiadoras y desengrasantes. Para hacer esta mezcla vas a necesitar un vaso de bicarbonato de sodio, un vaso de agua, un chorro de vinagre blanco, un recipiente apto para horno y un paño o esponja suave.
Tienes que mezclar el bicarbonato, el agua y el vinagre en un recipiente. Al combinar el bicarbonato con el vinagre, se producirá una reacción efervescente natural que tendrás que remover bien hasta obtener una pasta homogénea.
Con el horno apagado y frío, extiende la mezcla por las paredes y el interior del horno con una esponja suave.
Una vez hayas hecho esto, pon un recipiente apto para horno lleno de agua en su interior y enciende el horno a 100 °C. Déjalo calentar durante 45-50 minutos. El vapor de agua combinado con la mezcla ayudará a ablandar la suciedad y facilitará su eliminación.
Una vez que el horno se enfríe, utiliza un trapo húmedo para retirar los restos de suciedad. La grasa incrustada se irá con facilidad, dejando el horno limpio y brillante.
Además del bicarbonato y el vinagre, existen otros truquitos caseros que puedes utilizar según el tipo de suciedad o los ingredientes que tengas a mano.
Limón
El limón es un poderoso desengrasante natural con propiedades antibacterianas. Su uso no solo limpia, sino que también elimina malos olores.
Para usarlo para limpiar el horno, corta tres limones y exprime el zumo en un recipiente apto para horno. Coloca las cáscaras en el mismo recipiente y calienta el horno a 250 °C durante 30 minutos. Luego, utiliza el jugo caliente para frotar las áreas más sucias con una esponja.
Vinagre blanco en spray
El vinagre es un limpiador multiusos que, gracias a su acidez, elimina grasa y bacterias.
Llena un pulverizador con vinagre blanco y rocía directamente sobre las paredes del horno. Enciende el horno a 100 °C durante 10 minutos para ablandar la grasa. Una vez frío, limpia con un paño húmedo.
Bicarbonato y sal gruesa
Si prefieres evitar el vinagre, puedes optar por una mezcla de bicarbonato y sal gruesa, ideal para eliminar grasa incrustada.
Tienes que poner 10 cucharadas de bicarbonato, 4 de agua caliente y 3 de sal gruesa y mezclar hasta formar una pasta. Échalo en las zonas sucias y deja actuar durante 20 minutos y retira con un paño húmedo.
Coca-Cola
Por último, la Coca-Cola, por raro que suene y gracias a su contenido de ácido fosfórico, es sorprendentemente útil para eliminar grasa.
Tendrás que calentar un vaso de Coca-Cola en una sartén y aplícala con un trapo en las zonas sucias del horno. Frota con un estropajo suave y enjuaga con agua tibia.
Consejos para tener siempre el horno limpio
Limpiar el horno es muy sencillo si lo cuidas regularmente, evitando que la suciedad se acumule. Para empezar, es necesaria una buena limpieza semanal, dedicando unos minutos a limpiar el horno después de cada uso o una vez a la semana para evitar que los restos de comida se incrusten.
Otro buen truco para no manchar tanto el horno es usar bandejas protectoras.
Por otro lado, evita productos abrasivos. No uses estropajos de acero ni limpiadores agresivos, ya que pueden rayar el interior del horno.
Por último, recuerda que es muy importante una buena ventilación. Después de usar productos para limpiar el horno, ventila la cocina para eliminar olores residuales.
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