Cómo consiguen los supermercados que metas más productos en tu carrito de la compra

La eliminación del IVA reducido en algunos productos básicos influye, pero no es el único aspecto que incide en este aspecto. Los supermercados se adaptan continuamente a las nuevas expectativas de los consumidores y a las presiones del mercado. Desde hace varios años ya está bastante claro en qué supermercados prefieren comprar los españoles, pero esto no es óbice para que todos busquen sus estrategias para desviar la mirada del consumidor hacia sus marcas antes de que el cliente indage a fondo sobre las provincias más baratas para ir al supermercado.

La disposición de los productos entre los estantes, a la altura de los ojos y con los productos que más margen de beneficios generan más a mano; envoltorios atractivos, con colores llamativos, dibujos animados o personajes con los que el cliente sentirse identificado, promociones 3x2 y el uso indefinido del conocido como 'precio umbral' (1,99, 4,99, 10,99, 29,99...) son algunos de los trucos que esconden cómo consiguen los supermercados que metas más productos en tu carrito de la compra. Y la última técnica, que está perfeccionándose en suelo británico y amenaza con aterrizar en otros países europeos, es la de recurrir a un tipo de carro diferente, que ayuda a que tengas más ganas de llenarlo de productos. Te contamos cómo.

La posición del agarre del carrito, clave

Un estudio llevado a cabo por expertos de la Bayes Business School de Londres asegura que cambiar el tradicional carrito con la barra horizontal que nos sirve para empujarlo mientras pasamos por las diferentes calles del establecimiento por otro diferente en el que se colocan dos asas en los laterales ayudaría a incrementar hasta un 25% más lo que nos vamos a llevar del supermercado. La explicación se sustenta en que este tipo de transporte para los alimentos y utensilios del hogar sirve para ejercitar más los biceps, que al mantenerse más activos se estimula más también para meter más productos en el carrito. Como suena.

Las primeras pruebas realizadas resultaron concluyentes en opinión de los investigadores, ya que una compra media de 25 euros con un carrito tradicional terminó convirtiéndose en otras que superaban con creces los 30 euros, por lo que las cadenas de distribución estudian claramente la opción de mantener esta técnica en el futuro como garantía de que sus clientes sentirán una mayor necesidad y deseo de llevarse los productos de sus estanterías.