Cómo evitar los fraudes en pisos de alquiler para estudiantes
CONSUMO
Desde la Asociación Española de Consumidores ofrecen una serie de consejos para saber cómo evitar los fraudes en pisos de alquiler para estudiantes
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Arranca el curso escolar para los más pequeños de la casa y los más mayores aguardan su turno para hacerlo en los próximos días o semanas. Septiembre es mes de reencuentros, de adoptar nuevos hábitos tras el verano y de intentar no caer en errores del pasado.
Es momento de sacar conclusiones y tomar decisiones. Y para algunos estudiantes universitarios que salen de su ciudad, o buscan vivir nuevas experiencias fuera del hogar familiar, elegir el famoso piso de alquiler es uno de sus primeros pasos importante.
Así que, aunque casi siempre se tenga supervisión y recomendación de padres o amigos, mucho ojo con meter la pata porque puede terminar costando muy caro. Desde la Asociación Española de Consumidores ofrecen una serie de consejos para saber cómo evitar los fraudes en pisos de alquiler para estudiantes.
Buscar y comparar
Lo primero que hay que hacer si queremos alquilar un piso de estudiantes es buscar la oferta existente y comparar precios y calidades de los diferentes opciones que nos ofrezca el mercado. Cuanta más antelación tengamos, más fácil será conseguir un piso que se adapte a nuestros deseos y necesidades.
Analizar la ubicación del inmueble
Es importante analizar bien la ubicación del inmueble que hayamos elegido. No vale con que sus habitaciones sea amplias, sus muebles modernos y tenga luz buena parte del día. También es básico comprobar que la zona en la que está ubicado tiene relativamente cerca servicios necesarios y zonas de ocio, así como que esté bien conectado con variedad de transportes públicos.
Sin ver y visitar, no se alquila
Uno de los conceptos básico que hay que tener en cuenta a la hora de alquilar un piso para estudiantes es que, por mucha prisa y urgencia que se tenga, nunca se alquila una vivienda sin antes haberla visto. Internet nos ha facilitado mucho el proceso, pero sobre todo a la hora de descartar. Tomar una decisión final sobre el lugar en el que vamos a pasar el año académico no se puede fiar únicamente a las fotos que ves.
Acuerdo siempre con contrato
Una vez decidido el sitio que más nos interesa alquilar por ubicación y apariencia, si las condiciones económicas sugeridas cuadran con nuestro presupuesto, lo principal es llegar a un acuerdo entre propietario e inquilino siempre con un contrato por delante. "Que todo quede reflejado por escrito te garantiza una serie de derechos a los que acudir en caso de necesidad", apuntan desde ASESCON.
Sin papeles firmados, no hay fianza
Uno de los temas más espinosos a la hora de negociar el alquiler de un piso es el de la fianza. Desde el punto de vista del inquilino siempre nos preguntamos en qué caso no tendría que devolvernos la fianza nuestro casero, pero el concepto más claro que hay que tener es que sin que haya de por medio un papel en el que se especifique el acuerdo, con DNI y firma, y el recibo de la cantidad, no se entrega la fianza o mensualidad de la habituación o piso que se vaya a alquilar.
Reparto de gastos y responsabilidades
Otro de los puntos conflictivos que pueden surgir a lo largo del período que un piso está alquilado y puede llegar a generar un caso de fraude es el del reparto de gasto y responsabilidades. Hay que dejarlo claramente especificado en el contrato. El arrendatario, habitualmente, asume los gastos de los suministros (agua, gas, teléfono...), aunque puede pactarse lo contrario en el contrato, mientras que las averías o desperfectos excepcionales corren por cuenta del dueño del piso.
Revisión general antes de instalarnos
Por esto es de vital importancia realizar un inventario de enseres, electrodomésticos y mobiliario, así como revisar que todo funciona correctamente, tanto a la entrada como a la salida del piso, dejando incluso elementos gráficos que lo demuestren si así fuera necesario.
Reclamaciones por escrito
Y, si llegado el momento, no hay acuerdo entre las partes y el dueño no atiende a las demandas de los estudiantes estos deberán dejar siempre una reclamación por escrito a la otra parte, que se desarrollaría a través de una hoja de reclamaciones en caso de que el contacto directo sea una agencia inmobiliaria.
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