La ventana
Luis Carlos Peris
Reventa y colas para la traca final
Día Mundial de los Derechos del Consumidor
Este lunes 15 de marzo se celebra el Día Mundial de los Derechos del Consumidor, cuyo objetivo es recordar los derechos que asisten a todas las personas como usuarios y consumidores. La jornada se instauró en 1983, pero desde entonces ha cambiado radicalmente la forma en que los ciudadanos adquirimos productos y servicios.
El paso de las transacciones físicas a las virtuales fue uno de los primeros puntos de inflexión, seguido por el boom de la segunda mano, propiciado precisamente por la transformación digital y la aparición de multitud de plataformas en las que cualquiera podía poner a la venta lo que ya no necesitaba.
A todo ello se ha unido este año, como es lógico, la pandemia y la consiguiente crisis económica, que ha disparado el número de quienes se decantan por la segunda mano en lugar de comprarlo siempre todo nuevo.
Aunque los consumidores conocemos nuestros derechos cuando adquirimos un producto o servicio nuevo a un establecimiento o profesional, las dudas surgen cuando compramos o vendemos esos mismos servicios o productos de segunda mano. Es posible que lo que recibamos no se corresponda con lo que habíamos comprado, o que presente defectos de los que no nos avisó el comprador. O que, simplemente, eso que nos llegue a casa no cumpla nuestras expectativas. ¿Qué podemos hacer si tenemos problemas una vez lo hayamos recibido?
Para la compraventa de segunda mano, los ciudadanos solemos recurrir a plataformas online, cada una de ellas con sus propias normas y condiciones de servicio (que deberíamos leer detenidamente antes de llevar a cabo cualquier transacción), pero hay unas reglas comunes que amparan a los consumidores y que quizás muchos no conozcan.
Precisamente una de esas plataformas, la veterana Milanuncios, ha elaborado una serie de recomendaciones para aclarar las dudas más habituales que suelen plantearle sus usuarios. "Desde Milanuncios queremos transmitir seguridad a los usuarios y hacerles saber que la compraventa de productos de segunda mano también está protegida por ciertos derechos legales", asegura Magalí Rey, directora de Marketing de de la plataforma, que apunta que ellos ofrecen además "la posibilidad de contratar una garantía en ciertos productos ofreciendo protección extra a los usuarios".
La ley establece que la garantía de cualquier producto debe cubrir de uno a cinco años, aunque lo habitual es que no pase de dos. En este caso, cuando compramos un objeto nuevo debemos tener en cuenta que el vendedor debe proporcionar la garantía en un documento que incluya la duración, cobertura geográfica, datos de la empresa y un recordatorio de dicha garantía.
Al llevar a cabo una compraventa de un producto de segunda mano entre particulares es recomendable que el comprador solicite la factura de compra original para, en caso de que sea necesario, contar con los dos años de garantía que proporciona el fabricante.
Además, algunas plataformas ofrecen al consumidor una garantía que cubre posibles incidentes en artículos determinados. En el caso de Milanuncios, el usuario puede contratar la Garantía por si acaso para productos electromecánicos. Si se detecta un fallo de funcionamiento en el producto, la plataforma cubrirá la reparación o se encargará de la devolución del importe.
En las compraventas de segunda mano entre particulares, el comprador tiene seis meses para reclamar cualquier defecto oculto o problema en el producto a la persona que se lo vendió. Por ello, para demostrar el origen del artículo, lo mejor es utilizar siempre el sistema de mensajería de la plataforma para comunicarse. Así quedará registrada la referencia del anuncio y también la conversación mantenida con el vendedor.
Si se detecta un vicio oculto en el producto de segunda mano, se puede recuperar el importe abonado demostrando que estaba defectuoso antes de comprarlo o bien solicitar una rebaja en el precio. Estos derechos están recogidos en la Ley de Consumo, en el caso de la compraventa de bienes o servicios de segunda mano entre profesionales, y en el Código Civil cuando se trata de transacciones entre particulares. Para evitar problemas, lo más recomendable es analizar bien los productos antes de comprarlos para así detectar los posibles fallos.
Además, en el caso del vendedor, es aconsejable especificar si el artículo tiene algún defecto en el propio anuncio. De este modo, quedará constancia antes de venderlo. Y si eso queda documentado con imágenes, tanto mejor.
Si todo lo anterior no funciona y el problema deriva en conflicto, los consumidores pueden recurrir a asociaciones o administraciones públicas que pueden guiarles en este tipo de situaciones, como Facua (podemos hacerles llegar una denuncia si hemos sufrido fraude y ofrece información para resolver problemas de consumo), OCU (los socios cuentan con ayuda para gestionar las reclamaciones) o las oficinas de atención al consumidor de las que disponen ayuntamientos y comunidades autónomas.
También te puede interesar
Lo último
No hay comentarios