¿Por qué cruje mi frigorífico?

Llegar a casa después de vacaciones y comprobar que algo no funciona como lo hacía antes dificulta la ardua labor de afrontar el regreso a la rutina sin caer en la conocida depresión postvacacional. Desde la cerradura de la puerta a una ducha atascada o un electrodoméstico que hace ruidos extraños o desconocidos hasta el momento. Por ejemplo, ¿por qué cruje mi frigorífico? Aquí tenemos la posible respuesta.

Lo primero que hay que tener claro es que las neveras suelen hacer más ruidos que otros electrodomésticos porque están siempre en marcha, así que no hay que preocuparse por observar determinados comportamientos al llegar de vacaciones porque posiblemente sean comportamientos habituales a los que no prestábamos atención. Habitualmente es un electrodoméstico que se mantiene todo el día encendido, con el coste que ello supone, y nos obliga a usar trucos infalibles para evitar los malos olores.

Chasquidos, golpecitos, zumbidos, gorgoteos o silbidos. Todos estos síntomas forman parte del funcionamiento relativamente normal de tu frigorífico, ya sea por ciclo de apagado o encendido, dilatación de las paredes, funcionamiento del motor y los ventiladores o el aire que circula dentro del electrodoméstico.

Tampoco hay que preocuparse con los crujidos, signo inequívoco en los frigoríficos con función No Frost, debido al movimiento del ventilador interno. Y ya en los últimos tiempos, en los que los frigoríficos son cada vez más sofisticados y ofrecen multitud de ventajas, como al autogeneración de hielo, también solemos oír crujidos cuando las resistencias que derriten el hielo se ponen en marcha.

Ruidos que deben preocuparnos en el frigorífico

Sabiendo que goteos, zumbidos y chasquidos pueden ser cosas normales, hay otra serie de ruidos que no entran en lo cotidiano. Una vibración excesiva, intensos ruidos en el interior de la nevera, del ventilador o del fondo del electrodoméstico pueden significar que la nevera esté excesivamente pegada a la pared, que las patas estén desniveladas, las baldas sueltas o los alimentos mal colocados.

Lo más grave podría radicar en problemas de motor y la principal recomendación para evitar cualquier tipo de inconveniente con el paso del tiempo y el uso del frigorífico es procura tener el frigorífico limpio, algo que evitará que la suciedad afecta al ventilador y restos de comida se puedan esconder en el fondo del electrodoméstico, generando vibración y sonido.