Este es el motivo por el que deberíamos usar crema solar todo el año
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Contar con un protector solar adecuado, aplicarlo de manera correcta y complementarlo con medidas de protección adicionales, como el uso de ropa y sombreros, son pasos esenciales para preservar nuestra salud
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Con la llegada del verano, el sol se convierte en algo frecuente en nuestras vidas, por lo que es crucial recordar que la exposición excesiva a los rayos solares puede conllevar riesgos para nuestra salud cutánea. Los peligros asociados a la radiación UV son bien conocidos, desde el envejecimiento prematuro de la piel hasta el riesgo de desarrollar cáncer de piel. Es por ello que una buena protección solar se vuelve imprescindible para disfrutar del verano con seguridad y cuidar de nuestra piel.
Contar con un protector solar adecuado, aplicarlo de manera correcta y complementarlo con medidas de protección adicionales, como el uso de ropa y sombreros, son pasos esenciales para preservar nuestra salud. Cada piel es única, y elegir el bronceador adecuado nos permite disfrutar del sol de forma segura, minimizando los riesgos asociados a la exposición solar y preservando la salud y belleza de nuestra piel a lo largo del tiempo.
Pero además, el uso de un buen protector solar es la mejor crema antienvejecimiento que podemos utilizar, teniendo en cuenta que el sol es el 'culpable' del 80 por ciento de nuestras arrugas.
La capacidad de las cremas solares para evitar las quemaduras y prevenir el cáncer de piel es de sobra conocida, pero muchos dermatólogos afirman que también es el mejor producto de cuidado de la piel para ralentizar la aparición de los signos del envejecimiento.
El protector solar detiene los daños al impedir que los rayos UV lleguen a la piel y penetren en ella.
Siempre con un factor de protección solar (FPS) 50 o más
Representado por un número, el FPS indica la capacidad del producto para proteger la piel de los dañinos rayos ultravioleta B (UVB) del sol. Cuanto mayor sea el número de FPS, mayor será la protección proporcionada.
Es importante tener en cuenta que el FPS no indica la cantidad de tiempo que se puede pasar al sol, sino que indica la capacidad del bronceador para bloquear los rayos UVB que causan quemaduras solares. Por ejemplo, si tu piel comienza a quemarse después de 10 minutos de exposición al sol sin protección, un bronceador con FPS 30 te permitirá estar al sol 30 veces más tiempo, es decir, alrededor de 300 minutos (10 minutos x 30).
Para elegir el FPS adecuado, es esencial considerar tu tipo de piel y las condiciones climáticas. Si tienes piel clara o sensible, es recomendable optar por un FPS más alto, como 50 o superior, para una protección adecuada.
En lugares con alta intensidad solar o durante las horas pico del día, es aconsejable utilizar un FPS más alto para una defensa más efectiva contra los rayos UVB. Sin embargo, es esencial recordar que un FPS alto no proporciona una protección completa y no debe ser una excusa para prolongar el tiempo de exposición al sol. Siempre se recomienda buscar sombra, usar ropa protectora y gafas de sol, especialmente durante las horas más intensas del sol, incluso cuando se utiliza un bronceador de alta protección.
Ten en cuenta el tipo de piel
La elección del tipo de bronceador o crema solar también debe tener en cuenta el tipo de piel y las necesidades individuales. Existen diferentes formulaciones y texturas de protectores solares, y cada una tiene sus ventajas y beneficios para distintos tipos de piel y preferencias personales.
Para pieles sensibles o propensas a alergias, es aconsejable optar por bronceadores que sean hipoalergénicos y libres de fragancias y productos químicos agresivos. Estos productos suelen ser más suaves con la piel y reducen el riesgo de irritaciones o reacciones alérgicas.
Las personas con piel grasa pueden preferir bronceadores en gel o en formato oil-free, ya que son menos propensos a obstruir los poros y pueden proporcionar un acabado mate que controla el brillo. Por otro lado, aquellos con piel seca o que buscan un extra de hidratación pueden optar por bronceadores con fórmulas enriquecidas con ingredientes hidratantes como la glicerina o el ácido hialurónico.
Además, es importante tener en cuenta la resistencia al agua del bronceador, especialmente si planeas nadar o realizar actividades acuáticas. Algunos protectores solares son resistentes al agua y ofrecen una protección duradera incluso después de haber estado en contacto con el agua, lo que los hace ideales para deportes acuáticos o días calurosos en la playa o la piscina.
Asimismo, si se va a utilizar el bronceador en el rostro, es recomendable optar por productos específicos para el rostro que sean no comedogénicos, es decir, que no obstruyan los poros y sean más ligeros en textura.
Aplícalo adecuadamente
La forma de aplicación también es clave para garantizar una protección efectiva. Se recomienda aplicar una cantidad generosa de bronceador en todas las áreas expuestas de la piel, asegurándose de cubrir cada centímetro de manera uniforme.
Además, es crucial volver a aplicar el bronceador cada dos horas, especialmente si estás nadando o sudando, ya que el agua y la transpiración pueden disminuir la efectividad del producto.
Protección de amplio espectro
Los rayos UVA son responsables del envejecimiento prematuro de la piel y pueden penetrar profundamente en las capas de la piel, lo que puede causar daño celular y contribuir al desarrollo de arrugas y manchas oscuras. Por otro lado, los rayos UVB son los principales responsables de las quemaduras solares y pueden dañar las capas más superficiales de la piel.
Una protección de amplio espectro significa que el bronceador protege contra ambos tipos de rayos, brindando una defensa más completa y efectiva contra los daños causados por la exposición al sol. La protección de amplio espectro es esencial para prevenir no solo las quemaduras solares, sino también el envejecimiento prematuro de la piel y el riesgo de cáncer de piel.
Al elegir un bronceador, es importante buscar productos que indiquen claramente en su etiqueta que ofrecen protección de amplio espectro. Esto puede venir indicado como "protección UVA/UVB" o "protección de amplio espectro".
Además, es recomendable optar por bronceadores que contengan ingredientes como dióxido de titanio, óxido de zinc, avobenzona o ecamsule, ya que estos componentes son efectivos para proteger contra ambos tipos de rayos ultravioleta.
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