La aldaba
Carlos Navarro Antolín
La lección de Manu Sánchez
Cada 29 de septiembre se celebra el Día Internacional contra el Desperdicio Alimentario, una problemática mundial que deriva de todo tipo de hábitos alimenticios y de consumo, y sobre todo de una planificación deficiente por parte de cada consumidor a la hora de organizar sus visitas al supermercado, su dieta y otros aspectos varios que pueden traducirse, además de en el mencionado desperdicio alimentario, en gastos innecesarios que debemos evitar, especialmente teniendo en cuenta la inestabilidad económica actual y la inflación que afecta a los precios de todo tipo de recursos.
Por ello, hoy trataremos de establecer una guía básica con consejos que puedan ayudar a evitar el desperdicio alimentario, no solo con motivo de la fecha mencionada, sino sobre todo con el fin de incentivar el aprovechamiento máximo de los recursos de los que disponemos, ayudando a que nuestra vida cotidiana reduzca su impacto sobre el medio ambiente y evitando despilfarros económicos mientras también nos aseguramos de no tener que desperdiciar alimentos constantemente.
En primer lugar, nos centraremos en exponer por qué es crucial saber cómo organizar distintos aspectos de tu nevera para hacer que tus alimentos duren tanto como sea posible. Recuerda estas pautas para sacar el máximo provecho a tu nevera:
Por otra parte, recuerda organizar tus alimentos de la siguiente manera:
En este caso, puedes tirar de imaginación para confeccionar tu propia dieta semanal o incluso buscar alguna plantilla en internet. Saber lo que comerás cada día es una gran táctica para asegurarte de que nada tendrá que desperdiciarse después de cada visita al supermercado, ya que comprarás las cantidades que necesitas y nada más.
De la mano del anterior puesto en este listado, recuerda plantear adecuadamente tu lista de la compra para que se adapte a tus necesidades. De esta manera, podrás evitar el desperdicio alimentario mientras te aseguras de limitar tus gastos y ceñirte a comprar solo lo que necesitas.
No son pocos los consumidores que confunden estos dos conceptos y desperdician alimentos de manera innecesaria a raíz de la propia confusión. Mientras que la fecha de caducidad se aplica a alimentos perecederos cuyo consumo deja de ser seguro tras dicha marca, la fecha de consumo preferente se aplica a enlatados, legumbres y similares que, si bien tras el día indicado comienzan a perder determinadas propiedades, siguen pudiendo comerse sin problemas ni riesgos.
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