Cómo calentar correctamente el café en el microondas

El café es unas de las bebidas más consumidas en España. Hasta 14.000 millones de tazas anuales nos tomamos. Millones de españoles lo toman por la mañana, nada más despertarse, para activar el cuerpo, aunque un estudio revela que el efecto despertador del café puede ser un placebo. Otros lo hacen de forma indiscriminada. Por la mañana, a mediodía, de postre o en la merienda. Y lo más osados no se cortan ni a escasas horas de intentar conciliar el sueño. Sin tener en cuenta cuántas tazas de café se pueden tomar al día según la OMS para no perjudicar la salud.

A la hora de tomar el café pocos dudas que la máquina le atribuye un aroma especial y que en no pocas ocasiones poner una cafetera completa es sinónimo de tener que calentar de nuevo el café ¿Cómo? Habitualmente en el microondas, un aspecto que muchos hacen sin ton ni son pero que requiere de determinados protocolos para no terminar cargándote la esencia del café ¿Cómo calentar correctamente el café en el microondas? Aquí os lo explicamos

Temperatura y tiempo en el microondas

Lo primero que hay que saber es que si quieres recalentar el café pero no quieres quemarlo, es necesario ajustar la potencia del microondas. Nada de dejarlo a 800w, como suele ser lo habitual para calentar la comida o hacerte unas palomitas antes de ver una serie de Netflix. Los expertos recomiendan rebajarle un par de puntos a ese nivel de potencia y dejarlo como máximo a 600w.

Después está el tema del tiempo que dejamos calentar el café en el microondas. Algunos lo hacen a ojo, según sus sensaciones de cada mañana, pero lo que se recomienda es hacerlo a intervalos de 30 segundos. Una taza de café medio llena requiere 45 segundos, más o menos. Influirá también el recipiente que se esté usando, siempre teniendo en cuenta estos cinco objetos prohibidos en el microondas si no quieres estropearlo.

Y, para que nadie se llame a engaño, debe quedar claro que al calentar el café en el microondas ya no sabrá 100% igual que recién hecho, ya que en este electrodoméstico se destruyen los aromas iniciales del café, algo que implica irremediablemente pérdida de sabor. La única forma de salvar este aspecto sería intentar calentarlo de nuevo en el fuego a baja temperatura.