Aislamiento térmico en tu hogar: ahorra mientras ayudas a frenar el cambio climático

El 22 de abril es una fecha marcada en el calendario internacional como Día de la Tierra. Por ello, siempre es una gran ocasión para concienciar a la población de lo urgente que es saber reducir el consumo energético para tratar de paliar en lo posible el cambio climático.

Además, con estas medidas con las que moderar dicho consumo, también podremos ahorrarnos cantidades importantes de dinero en la factura de nuestro hogar, por lo que conseguiremos ayudar al planeta mientras a su vez ayudamos a nuestros bolsillos.

Una de las recomendaciones a seguir en cuanto a ahorro energético es la instalación de un aislamiento térmico adecuado en nuestro hogar para ahorrarnos muchísimos gastos en calefacción en épocas con temperaturas más bajas:

Ahorra y cuida del medio ambiente con aislamiento térmico

Según informes de OCU, un aislamiento térmico deficiente en nuestro hogar puede suponer un gasto adicional de hasta 1.000 euros en energía. Además, en España se estima que alrededor del 50% de los hogares no están adecuadamente aislados, y el 42% de nuestro consumo energético se dedica a la climatización. Estos factores pueden ser razón más que de sobra para plantearse aislar térmicamente nuestro hogar.

El coste aproximado de comenzar un proceso de aislamiento de un piso, por otra parte, es de unos 11.000 euros, lo cual no es una cifra especialmente apetecible. Sin embargo, existen subvenciones de lo más diversas que cubran entre el 30 y el 80% de este gasto, aunque, para variar, son de difícil acceso para consumidores en situaciones económicas vulnerables.

¿Cómo podemos medir con más exactitud el ahorro energético que supone instalar dicho aislamiento térmico? Para ello, cabe recordar el sistema de clasificación de viviendas según su eficiencia energética:

El sistema de etiquetas energéticas

El significado de estas etiquetas es muy sencillo, y se basa en las cinco primeras letras del alfabeto. Los hogares más eficientes energéticamente tienen la etiqueta A, mientras que los menos eficientes tienen la etiqueta E. Cada una de estas letras se mide de acuerdo con cuatro factores:

• Consumo anual energético en kilovatios/hora.
• Emisiones en kilogramos de CO2.
• Coste anual, en nuestro caso en euros.
• De la B a la E, también se mide la diferencia en coste anual respecto a la etiqueta A, la de mayor eficiencia energética.

Aquellos hogares clasificados como parte de la etiqueta E requieren casi diez veces más energía que aquellos de etiqueta A para calentar su superficie mediante calefacción, y esto supone un sobrecoste de casi 1.000 euros al año.

En definitiva, el aislamiento de los muros de nuestra vivienda y cambiar las ventanas por otras también más aislantes puede llegar a conseguir que nuestro hogar pase directamente de etiqueta D a etiqueta A, significando esto 3.000 kilovatios/hora menos de consumo anual y un ahorro de 200 euros anuales en nuestra factura energética, por lo que es una opción a tener en cuenta para nuestro ahorro y nuestra contribución al cuidado de la Tierra.