¿Cuánto nos ahorraremos en mascarillas a partir de ahora?
La nueva normativa que reducirá aún más la obligatoriedad del uso de mascarillas en España traerá consigo una bajada de gastos considerable.
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Este miércoles 20 de abril se publicará en el BOE y entrará en vigor un Real Decreto relacionado con varios aspectos, siendo el más destacado el fin de la obligación de usar mascarillas en la mayoría de espacios interiores, exceptuando centros sanitarios, residencias para la tercera edad y medios de transporte público.
La exitosa campaña de vacunación y las medidas sanitarias han podido paliar en gran medida las cifras de contagios por Coronavirus, y por tanto su impacto en el funcionamiento de nuestra sociedad y economía, por lo que se ha optado por suavizar las medidas restrictivas de prevención progresivamente hasta, esperemos, alcanzar de nuevo la normalidad.
Además del gran alivio que puede suponer poder prescindir de las mascarillas en cada vez más espacios, esto también traerá consigo reducciones de gastos para los hogares españoles, pues dada la naturaleza perecedera de este instrumento sanitario, este se debe de renovar cada cierto tiempo para que su utilidad no se vea disminuida por el desgaste de su tejido.
El gasto en mascarillas desde el inicio de la pandemia, en cifras
Según la OCU, el gasto en mascarillas realizado por los hogares españoles durante la pandemia de Covid-19, en los dos años por los que de momento se ha extendido, varía según el modelo específico que se haya utilizado:
- En el caso de las mascarillas quirúrgicas, el gasto medio de un individuo en este periodo de pandemia asciende a 700 euros en dos años.
- Por otra parte, si se han utilizado mascarillas FFP2 este gasto es más del doble, situado en una cifra de 1.515 euros.
Estas cifras, sin embargo, están sujetas a una serie de variables a tener en cuenta. Para este cálculo se considera que cada individuo haya utilizado una mascarilla por cada día. No obstante, cabe recordar que este no era el gasto general en el periodo de confinamiento, y que todos aquellos ciudadanos cuya situación laboral o estudiantil se trasladó al plano telemático no necesitaron de este instrumento sanitario para continuar con sus labores.
En definitiva, aunque el impacto de estas cifras se ve reducido o, al menos, contrastado con las variables previamente mencionadas, estas nuevas medidas más permisivas respecto al uso de mascarillas en espacios públicos significarán un alivio económico considerable para la ciudadanía, ya que la lista de situaciones en las que se deberá de disponer del mencionado producto será mucho más reducida. Además, la población seguro añora la sensación estimulante que conllevará volver a ver caras descubiertas, enriquecedoras muestras de lenguaje no verbal y la vuelta de una mayor expresividad en las interacciones humanas.
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