Nueva subida del butano: esto es lo que cuesta una bombona en marzo y cómo ha cambiado su precio
Este incremento continúa en una tendencia al alza, tal y como viene observándose en los últimos meses
El precio de la bombona de butano vuelve a subir y encadena tres ascensos consecutivas
La bombona de butano sube un 5% tras un año de caídas
La escalada en el precio del butano sigue marcando un antes y un después en la economía doméstica de muchas familias, con un nuevo aumento que sitúa, de nuevo, el coste de una bombona en cifras récord para este mes de marzo. Este incremento continúa en una tendencia al alza, tal y como viene observándose en los últimos meses. La volatilidad en los mercados energéticos, sumada a los actuales actores geopolíticos y fluctuaciones en la demanda global, ha propiciado una serie de ajustes en los precios que han resultado en este notable incremento, poniendo de manifiesto la vulnerabilidad de los consumidores ante los vaivenes del sector energético.
Teniendo en cuenta el análisis realizado por la OCU de cómo ha cambiado el precio del butano a lo largo del tiempo podemos observar una clara tendencia hacia el encarecimiento, que se ha acelerado en los últimos meses. Comparando el coste actual con el de periodos anteriores, se evidencia un crecimiento sostenido que plantea desafíos significativos para la gestión del gasto en los hogares. Este panorama obliga a muchas familias a reconsiderar sus opciones de calefacción y cocina, buscando alternativas más económicas o eficientes energéticamente.
Este es el nuevo precio de una bombona en el mes de marzo
La situación actual evidencia una nueva problemática para los consumidores, puesto que el precio de la bombona de butano vuelve a marcar un nuevo récord histórico. Esta serie de subidas que comenzó en noviembre del año pasado y ha continuado en enero de este año ha llevado el precio de la bombona a una cifra cercana a los 17 euros, un valor que roza los máximos históricos alcanzados en mayo de 2022, cuando el costo llegó a los 19,55 euros.
La reciente revisión del precio del butano, efectiva a partir del 19 de marzo de 2024, ha establecido el costo de la bombona en 16,67 euros, señalando la tercera subida consecutiva en un contexto económico ya de por sí tenso. Este ajuste no solo representa un incremento en el gasto cotidiano de miles de hogares españoles, sino que además marca una continuidad en la tendencia al alza que ha caracterizado al mercado del butano en los últimos tiempos. Desde la implementación del nuevo sistema de fijación de precios en 2015, el valor de la bombona de butano ha experimentado fluctuaciones significativas, aunque seguía un ciclo anual previsible con aumentos durante el invierno y reducciones en el verano, patrón que se rompió drásticamente en 2021.
Este incremento en el precio del butano se debe, en gran medida, a la cotización internacional de la materia prima, que ha registrado un alza paralela a la del precio final de la bombona, además de un fuerte déficit tarifario acumulado que necesitaba ser ajustado. Aunque la caída en el coste de los fletes, el cual se redujo a la mitad, podría haber amortiguado el impacto de la subida, su efecto en el precio final ha sido limitado debido al menor peso que este factor tiene en la composición del costo en comparación con la cotización del butano. Así, mientras la revisión de precios bimestral alcanzó el máximo del 5% de variación permitido, se dejó un remanente del déficit por cubrir, lo cual plantea un obstáculo adicional para futuras reducciones en el precio.
Si miramos hacia el futuro, las expectativas para la revisión de mayo no son nada claras ni halagüeñas. Aunque cabría esperar una disminución de precios con el fin del invierno, lo cierto es que el reciente aumento en la cotización del butano y la persistente fortaleza del mercado petrolero sugieren que cualquier baja en la cotización podría no ser suficiente para garantizar una reducción en el costo de la bombona. Esta dinámica refleja la complejidad del mercado energético global y los desafíos que enfrentan los reguladores y consumidores locales.
Así pues, la situación retrata un panorama complicado para los consumidores de butano en España, que mayoritariamente utilizan la bombona tradicional de 12,5 kilogramos. La mayoría de estas bombonas, que representan una parte significativa del consumo nacional, están ahora sujetas a un régimen de precios regulados que, si bien busca proteger al consumidor, se encuentra a merced de factores internacionales y políticas energéticas más amplias.
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