Devuelve el brillo a tu vitrocerámica con estos sencillos trucos caseros

Consumo

Vitrocerámica encendida, preparada para cocinar
Vitrocerámica encendida, preparada para cocinar / PIXABAY
D. S.

30 de agosto 2023 - 10:53

Las vacaciones son siempre tiempo de descanso, de ocio, de viajes, de diversión. Pero también es necesario encontrar algunas horas para aprovechar la mayor libertad horaria de que disponemos y programar algunas acciones en el hogar que habitualmente no podemos cumplir como debiéramos. Limpiar el coche a fondo, pintar alguna que otra habitación de la vivienda o dejar en perfecto estado de revista nuestra vitrocerámica, que con el paso del tiempo y el uso constante ha ido perdiendo su brillo original.

El manual del buen uso de la vitrocerámica determina una limpieza diaria para evitar que se acumulen residuos

El manual del buen uso de la vitrocerámica determina una limpieza diaria para evitar que se acumulen los residuos y manchas difíciles de quitar, pero no siempre se consigue, por lo que resulta necesario terminar recurriendo a otros métodos menos conocidos para igual de eficientes. Devuelve el brillo a tu vitrocerámica con estos sencillos trucos caseros. Consejos infalibles para recuperar una vitro desgastada.

Remedios poco comunes

El primero de ellos es usar bicarbonato de sodio, que, mezclado con agua genera una masa que debemos frotar suavemente con un paño o esponja no abrasiva. Así, conseguiremos eliminar los desperfectos de la vitrocerámica y por último enjuagar con agua y secar con un paño limpio.

Otro elemento que nos puede ayudar a la hora de poner nuestra vitro a punto es el limón ¿Cómo? El jugo de medio limón es suficiente para esparcido durante la superficie de la vitro durante dos minutos haga el efecto necesario para hacerlas desaparecer con un ligero enjuague y proceso de secado.

Bicarbonato de sodio, limón, vinagre blanco y pasta de dientes pueden actuar de sustitutivos del tradicional limpiador de vitrocerámica

Otro excelente aliado en la limpieza de la vitrocerámica es el vinagre blanco. El proceso para alcanzar tus objetivos de limpieza es bien sencillo: Empapa un paño con agua y vinagre blanco y frota la vitrocerámica para eliminar las manchas y devolverle el brillo.

Por último, la solución más rocambolesca, pero igual de efectiva. Aplicar pasta de dientes sobre una zona concreta de la vitrocerámica, especialmente dañada, puede servir para solucionar el problema.

Todas estos son remedios poco comunes que se alejan del uso común del tradicional limpiador de vitrocerámicas, pero que pueden sacarte de algún que otro apuro. Eso sí, los expertos recomiendan probarlos previamente de forma somera para garantizarse que funcionan correctamente y no producen un efecto abrasivo sobre la superficie.

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