El parqué
Jaime Sicilia
Quinta sesión en verde
CON CUCHILLO Y TENEDOR
Nos adentramos en la Cuaresma y los postres toman protagonismo en la cocina. Buñuelos, pestiños, roscos, rosquillas, monas de pascua. La variedad de dulces de Semana Santa son múltiples, pero una destaca por encima de todas: las torrijas. Torrijas al vino, al horno a la naranja...Torrijas con chocolate, un dulce perfecto para Cuaresma con un toque diferente. En Sevilla hay sitios en los que comer unas buenas torrijas, pero siempre nos queda también la opción de prepararlas nosotros mismos. Las clásicas, las tradicionales, las de toda la vida. Así se hace unas buenas torrijas de leche.
Los más 'jartibles' y exquisitos se aventuran a hacer incluso el pan de las torrijas, pero lo normal es comprar el pan de torrijas ya hecho o elegir un pan adecuado para este tipo de postres, pero siempre teniendo en cuenta una premisa básica: que el pan sea del día anterior. El motivo es que la miga absorbe mejor la leche a la hora de bañarlo y las torrijas quedan más jugosas.
Los ingredientes que debemos tener para hacer estas torrijas de leche son los siguientes: Pan para torrijas en rebanadas, un litro de leche, 100 gramos de azúcar, una canela en rama, aceite de oliva, dos huevos, canela molida y ralladura de limón.
Lo primero que debemos hacer es poner a calentar la leche, junto al azúcar, la rama de canela y la piel de limón. Mientras que se calienta cortamos el pan en rebanadas de centímetro y medio o dos y cuando comience a hervir la leche, tapamos el cazo y lo dejamos enfriar. Será entonces, cuando estén ya en temperatura ambiente cuando tengamos que empapar con leche las rebanadas de pan. Así conseguiremos que el pan no se ponga excesivamente blando.
El pan se quedará en remojo durante una hora y será entonces cuando usemos los dos huevos batidos para embadurnar las rebanadas de pan y leche con el huevo yfreírlas en abundante aceite de oliva bien caliente.
El siguiente paso será estar atento para que se doren bien por ambas cara y sacarlas en el momento oportuno de la sartén, escurriéndolas y dejándolas en un plato con papel de cocina, que sirva para absorber el aceite.
Las torrijas están listas, pero hace falta ponerles el broche final en modo de condimento que le dé un toque de dulzor extra o de contraste. Este puede llegar espolvoreando una mezcla de azúcar y canela molida, nuez picada o a través de trocitos de determinada fruta fresca ¡Y a comer! Eso sí, es fundamental hacerlo recién hechas para que estén ricas, ricas de verdad.
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