La receta más sencilla de flan de chocolate
Con cuchillo y tenedor
Disponer de este tipo de postre siempre a punto es realmente sencillo, aunque su tradicional receta de huevo ha ido sufriendo numerosas modificaciones a lo largo de las décadas
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El postre sigue siendo uno de los platos preferidos por todo tipo de públicos, tanto grandes como pequeños. De hecho, existen tantos tipos de postres como tipos de comensales existen, pudiendo ir desde postres más saludables hasta postres más golosos.
En este catálogo sinfín de postres hay uno que destaca desde siempre: el flan. Su facilidad para prepararse es uno de los grandes beneficios que ofrece optar por este tipo de postre. Asimismo, esta receta tradicional ha variado numerosas veces con el paso de los años. Es por ello que actualmente puedes optar por deleitarte con un buen flan de café o si lo deseas con uno de fresa. No obstante, si eres de los que prefieres un buen postre de chocolate, pero no quieres renunciar a un buen flan, te sugerimos que pruebes esta sencilla pero sabrosa receta de flan de chocolate.
La receta más sencilla de flan y chocolate
Como a nadie le amarga un dulce, y menos si es de chocolate, tan solo hay que aplicar una sencilla receta para disfrutar de dos de los postres más demandados, el flan y el chocolate. Para ello, contaremos con una sencilla lista de ingredientes: 6 huevos, 600 ml de leche, media taza de azúcar y 200 gramos de chocolate para fundir. Si no deseamos dejar de lado el tradicional caramelo que acompaña al tradicional flan, agregaremos a nuestra receta agua y 4 cucharadas de azúcar.
Para comenzar, trocearemos el chocolate para fundir en trozos muy pequeños. Es importante mantener esta dimensión, puesto que serán más fácil de fundir. Podremos optar por chocolate puro o incluso chocolate con leche. Si además eres amante del sabor a chocolate blanco, esta receta también te servirá para obtener un flan con este tipo de chocolate. La elección dependerá del resultado final que desees. Una vez troceado el chocolate, deposítalo junto a la leche y la mitad del azúcar en un cazo para comenzar a calentarlo. Es importante que no dejes de remover, puesto que evitarás que se queme, que se formen grumos y que se adhiera al fondo del recipiente.
Mientras tanto, colocaremos los huevos junto al azúcar sobrante en otro recipiente. A continuación, batiremos hasta obtener una textura espumosa, la cual puedes conseguir más fácilmente si optas por batir solo las yemas. En otro cazo, prepararemos el caramelo, introduciendo el agua y el azúcar. Removeremos la mezcla hasta conseguir una textura líquida y la depositaremos en el fondo del molde elegido.
En el momento en el que la mezcla de chocolate se encuentre hirviendo, retiraremos del fuego y, sin dejar de remover para que no se solidifique, dejaremos que se enfríe. Una vez conseguida la temperatura óptima, verteremos el resultado junto a la mezcla de huevos y azúcar en el molde donde depositamos el caramelo. A continuación, introduciremos en el horno precalentado a 165ºC, por arriba y por abajo, durante 45 minutos. Transcurrido este tiempo nuestro postre estará listo para servir y disfrutar.
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