¿Unos huevos con papas de mazapán?
Comida "con disfraz"
La Confitería Cabrera de Fuentes de Andalucía realiza unos divertidos mazapanes a los que da forma de potajes o de huevo con patatas
Sí, el titular de este reportaje es correcto. Los huevos con patatas en la localidad de Fuentes de Andalucía saben a Navidad. Concretamente a mazapán, bizcocho, cabello de ángel, chocolate y fruta confitada. El mismo sabor del que presumen ciertos potajes fontaniegos que por muchas alubias y morcilla que presenten a primera vista no lo son tal.
Un engaño para ojos y paladar que nace del ingenio del confitero local Pedro Cabrera que elabora estos dulces con un realismo que asombra. En ellos todo parecido con la realidad es pura ficción. Al menos en cuento a ingredientes se refiere. Porque en lo que respecta a su apariencia el resultado es sorprendente. “Hay gente que compra este mazapán para hacer alguna broma. Suegras que hartan a sus yernos de comer y luego les plantan la fuente dulce con los huevos a la hora del postre. También tengo casos de personas que se han creído que es un plato real y lo han metido en el microondas”, explica Pedro Cabrera, divertido.
Esta singular elaboración de la confitería Cabrera se prepara en el obrador fontaniego durante todo el año, aunque los pedidos aumentan con la llegada de la Navidad. Para dar forma al guiso de huevos escalfados con patatas y al potaje de mazapán, Pedro utiliza almendra, azúcar y raspadura de limón que luego tiñe con un colorante vegetal apto para el consumo. A la hora de preparar la clara de los huevos, se decanta por el chocolate blanco y opta por el negro para la morcilla del potaje. “Y el caldo de ambos guisos es gelatina de manzana. Por dentro lleva planchas de bizcocho y cabello de ángel. Una tarta en toda regla”.
Eso sí, por si existiese la duda, Pedro aclara que el recipiente que alberga a estos dulces guisos no es comestible. “Me lo han preguntado más de una vez”, confiesa. “No, la cazuela es de cerámica de la Rambla de Córdoba, así que no se puede ni debe comer”.
El confitero Pedro Cabrera ideó y dio vida a los primeros huevos con papas de mazapán hace casi treinta y cinco años, pero los potajes dulces se introdujeron en Fuentes de Andalucía mucho antes. Fue en 1944 cuando el padre de Pedro, Antonio Cabrera, dejó su Utrera natal para fundar su propia confitería en Fuentes. Y hasta allí trasladó la receta de los potajes de mazapán que había inventado su tío, Carlos de Soto, y que gozaban de gran fama en Utrera, donde aún a día de hoy se fabrican.
Aunque la capacidad de observación de Pedro, además de su habilidad como pastelero, han dado una vuelta de tuerca más a estas singulares elaboraciones de mazapán coloreado. “Me gusta colocar los ingredientes de manera arbitraria, tal y como caerían en un plato a la hora de cocinar un guiso de verdad. Así todo parece más real”
Hasta Argentina han llegado los mazapanes
Y es que, pese a que el confitero fontaniego, hombre afable y sin aires de grandeza, resta importancia a sus logros sus creaciones de mazapán no dejan a nadie indiferente. Los singulares huevos y potajes de confitería Cabrera ya han viajado hasta Israel, Alemania e incluso Argentina, quien sabe si para gastar alguna broma pesada o por puro deleite gastronómico. “En Fuentes la gente está acostumbrada a ellos. Pero es cierto, fuera del pueblo suelen generar bastante expectación”, concluye Pedro
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