El chef Juanlu Fernández (primero por la izquierda) en su restaurante Lu, cocina y alma en Jerez de la Frontera tras conseguir la segunda Estrella Muchelín
El chef Juanlu Fernández (primero por la izquierda) en su restaurante Lu, cocina y alma en Jerez de la Frontera tras conseguir la segunda Estrella Muchelín / Manuel Aranda
Andrés Sánchez Magro

06 de diciembre 2024 - 20:22

Acaba de celebrarse la mediática y sonora gala en la que otorgan los galardones de la guía michelin, biblia roja de la gastronomía para algunos, que como siempre no ha estado exenta de controversia. Es algo palpable que la exigencia de esta guía con nuestro país es muy superior a la que tienen en el resto del mundo. No sé si es envidia o que realmente al mejor siempre se le pide más que al resto. Así mismo siempre se valora en ella una cocina llamémosla “moderna” o evolucionada y dejan fuera a las grandísimas casas de cocina tradicional de nuestro país. Pero en fin, así funciona y es parte del juego.

Que Andalucía está de moda es algo evidente y está lista así lo ha ido reflejando en los últimos años con un aumento notable de los galardonados andaluces. Este año hemos tenido la gran noticia de de aumentar la familia de privilegiados con la subida al Olimpo de los biestrellados de los gaditanos Lu, cocina y alma en Jerez de la Frontera y Alevante en Chiclana.

Curiosamente dos interpretaciones muy diferentes de la cocina en la misma provincia: el primero puro adalid de la sutileza y elegancia con ciertos toques de la más alta cocina francesa y el segundo puro poder de Neptuno reinterpretando la cocina del mar dignos herederos del único triestrellado que mantenemos en nuestra comunidad como es Aponiente del gran Ángel León. 

De esta forma, la elegancia del panorama andaluz de los dos estrellas lo conforman tras la última gala cuatro restaurantes.

Es sin duda uno de los momentos más emotivos para un cocinero el recibir la primera estrella, es como ese primer beso de una pareja que ilusiona y llena de ganas de seguir adelante. Sin duda es una recompensa muy valiosa tanto para el que la recibe como para su entorno y para todos los que somos felices emsentados en sus mesas. En esta categoría de los recién llegados a la gloria nos hemos alegrado por la incorporación de Blossom en la capital malagueña y de Meson Sabor Andaluz en Alcalá del Valle, Cádiz. El primero con una cocina más cosmopolita donde se entremezclan cocinas internacionales con referencias locales y el segundo una sorprendente apuesta en un remoto pueblo de la sierra de Cádiz en su zona más oriental donde un valiente ha hecho una apuesta firme por reinterpretar la cocina local y dar un valor extraordinario a los productos que le rodean, consiguiendo un resultado maravilloso.

Somos felices por que seguimos aumentando los galardonados, pero seguimos echando de menos muchos más. Puede ser que los inspectores nos visiten con menos intensidad, ya que es evidente que hay una concentración estrellil en Madrid y sobre todo en Barcelona. El norte de nuestro país sigue pesando más que el sur, pero poco a poco vamos equiparando estas desigualdades. Me genera mucha duda si es por criterio culinario, por potenciar lugares o porque realmente es así el panorama que nos alumbra, sin duda considero que es en nuestro país donde mejor se come del mundo y soy un contrastado fan de las maravillosas cocinas andaluzas.

También ha de servir de acicate y espabile para que el mundillo culinario andaluz se ponga un poco las pilas y no solo consigamos aumentar la lista de premiados, que bien cierto es que hay candidatos muy firmes llamando a la puerta, si no que ayudemos y animemos a los restauradores con mejor formación, apoyo mediático e institucional y, sobre todo, llenando todos esos maravillosos lugares en los que seguro que encontramos la felicidad sentados en sus mesas y descubrimos mundos que a veces ni habíamos imaginado.

Y ya puestos que le den la estrella a FM en Granada y hermanos Alba en Málaga. Esa es la verdad. 

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