Tarta de Kinder Bueno, fácil y sin horno
Triunfa en la próxima celebración que tengas con esta sencilla receta
Ya cada vez queda menos para que empiecen las fiestas. Navidad es uno de los momentos del año en el que el disfrute por comer se hace más palpable, y los dulces son uno de los puntos claves. Turrones, bombones, el roscón de reyes, tartas de todo lo imaginable llenan las mesas.
En esta ocasión te presentamos una de las tartas con la que triunfarás seguro entre pequeños y mayores, y que además es muy sencilla de cara a las próximas fiestas. Una tarta de Kinder Bueno siempre triunfa, y más si su preparación es sin horno.
Los ingredientes para la base son 125 gramos de galletas tipo María o Lotus, la que prefieras, tres barras de Kinder Bueno y 50 gramos de mantequilla. Además, se necesita un molde desmontable y tiras de acetato.
Lo primero es preparar el molde desmontable poniendo en la base papel de horno, lo que nos permitirá luego desmontar bien. Tras esto, en un bol trituramos las galletas junto a las barritas hasta que quede una especie de arenilla. En otro bol se funde la mantequilla y se le agrega a la arena de galleta y se mezcla. La preparación se extiende sobre la base del molde hasta que quede compacta y cubra toda la base. Por último, llevábamos la base al frigo para que coja consistencia.
Para el relleno se necesitan 250 gramos de queso mascarpone, 350 gramos de queso crema, 250 gramos de nata, 75 gramos de azúcar, 150 gramos de crema de chocolate blanco, 250 gramos de chocolate de cobertura, 12 gramos de gelatina en polvo y 3 barritas de Kinder.
Para empezar se ponen en remojo la gelatina en polvo en tres cucharadas de agua fría para que se hidrate y mientras eso ocurre pasamos a la batidora. En el bol de la batidora ponemos queso mascarpone, queso crema y el azúcar. Se mezcla a velocidad baja.
Lo siguiente será añadir el la crema de cacao blanca y seguir batiendo. Mientras fundimos el chocolate y se deja atemperar antes de añadirlo en la batidora.
Con la gelatina hidratada, se calienta sin que llegue a hervir durante unos 7 o 8 segundos para que su textura sea líquida. Se añade a la mezcla anterior y se mezcla hasta que todo esté bien integrado. Se reserva esta mezcla mientras se semimonta la nata fría para luego incorporarla a la mezcla con una espátula con movimientos envolventes.
Se corta una tira de acetato del tamaño del molde y se pone entre el mole y la base, para que así sea más fácil de desmontar. Con esto, después se vierte la mitad de la mezcla sobre las galletas y se ponen las tres barras de kínder troceadas. Encima se vuelca el resto de la mezcla y se deja enfriar un mínimo de 4 horas, aunque es mejor dejarlo una noche completa.
Después de eso se desmolda y a disfrutar con toda la familia.
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