Pestiños con miel a la andaluza, fáciles y crujientes
Receta
Sevilla/Los pestiños son un postre típico de la repostería tradicional andaluza, especialmente populares en épocas de Semana Santa y Navidad. Tienen una textura crujiente que los hace irresistibles y un aroma a naranja y anís que, junto con el dulzor de la miel, los convierten en una delicia. Aunque cada familia tiene su receta heredada, hoy te presento una versión fácil y deliciosa para que puedas hacer en casa.
Ingredientes
Para hacer nuestros pestiños necesitaremos:
- Para la masa: 500 g de harina de trigo (4 tazas) 125 ml de aceite de oliva virgen extra (1/2 taza), y algo más para freír 125 ml de vino blanco (1/2 taza) 125 ml de zumo de naranja (1/2 taza) Un poco de sal 1 cucharada de anís en grano (matalauva) Piel de una naranja
- Para el baño de miel: 500 g de miel 125 ml de agua (1/2 taza)
Elaboración
- Comienza calentando el aceite de oliva en una sartén a fuego medio. Añade la piel de naranja y los granos de anís para aromatizar el aceite. Cuando la piel de naranja empiece a dorarse, retira del fuego y deja enfriar.
- En un bol grande, mezcla la harina con un poco de sal. Una vez el aceite esté templado, retira la piel de naranja y los granos de anís y viértelo sobre la harina. Añade el vino blanco y el zumo de naranja. Mezcla bien hasta obtener una masa homogénea y suave. Si está demasiado pegajosa, puedes añadir un poco más de harina.
- Deja reposar la masa tapada con un paño limpio durante al menos 30 minutos.
- Tras el reposo, coje pequeñas porciones de masa y estíralas con un rodillo hasta que queden finas. Puedes cortarlas en forma de rombo o hacerles un pequeño pliegue en el centro para darles su forma característica.
- Calienta mucho aceite de oliva en una sartén y, cuando esté bien caliente, fríe los pestiños por ambos lados hasta que estén dorados. Es importante no saturar la sartén para que se frían correctamente. Una vez listos, retíralos y escúrrelos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.
- En un cazo, calienta la miel con el agua a fuego medio hasta obtener una mezcla líquida. Baña cada uno de los pestiños en esta mezcla, asegurándote de que queden bien cubiertos.
- Colócalos sobre una rejilla para que escurran el exceso de miel.
Y ahí los tienes, unos pestiños crujientes y llenos de sabor que encantarán a todos. Son perfectos para acompañar un café o como postre.
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