Receta de pastel de boniato, jugoso y facilísimo de hacer
Con solo unos pocos ingredientes consigue un dulce digno de cualquier pastelería
Serranito enrollado, buenísimo y listo en un abrir y cerrar de ojos
El boniato es uno de esos elementos culinarios que cada vez más están entrando en los hogares sin importar la época del año. Esto se debe sobre todo a lo fácil que es de combinar, pudiendo hacer mil y una recetas que ni siquiera nos imaginamos.
Una de ellas este pastel de boniato que te sorprenderá por lo fácil y rápido que es de hacer, pero especialmente por lo rico que queda.
Los ingredientes necesarios son 400 g de puré de boniato, 3 huevos, 300 gramos de azúcar, 175 gramos de leche, 125 gramos de harina de trigo, aceite vegetal de girasol, 10 cucharadas de azúcar glacé, 1 chucharadita de canela molida y 5 cucharadas de agua.
Para empezar, lo primero es hacer un puré con el boniato. Se lava y coloca dentro de una cacerola con profundidad para cubrirlo de agua y cocerlo hasta que su interior este blandito. Cuando esto ocurra, se saca, escurre y se retira su piel, cuando ya este frío.
Sin piel, se tritura con la ayuda de un tenedor o de una batidora de mano, hasta que quede la consistencia de un puré y se reserva para más tarde.
Ha llegado la hora de mezclar los demás ingredientes. Primero los huevos con el azúcar, después la leche y por último la harina de trigo. A esta mezcla se le añade el puré, previamente reservado, y se mezcla con una batidora de mano o unas varillas de metal. Con esto se busca obtener una masa homogénea, en la que no queden grumos ni tropezones.
Listo lo que sería la base de este pastel de boniato, se engrasa un molde con aceite vegetal, para que la masa no se pegue a las paredes. Se pueden usar tanto moldes individuales, como flaneras o con formas más peculiares, lo que ayuda a servir el pastel de forma individual, o un molde único, redondo o de cualquier otra forma, para después partir el pastel en porciones. Esto es elección personal.
Con la masa dentro de los moldes, se le dan una serie de golpecitos para que salga el aire se haya podido colar dentro, para que así no queden huecos en el pastel horneado.
Con el horno precalentado a 180º, se introduce el pastel y se cuece entre 30 y 50 minutos. Para comprobar si esta listo, lo suyo es introducir un palito y si este sale limpio, es que está hecho.
A la hora de desmoldar es mejor dejar que enfrié y adquiera algo de cuerpo, ya que es una receta un tanto frágil. Ya desmoldado se le da un toque final con un glaseado de canela. Esto se logra mezclando los últimos tres ingredientes que aún no se habían usado.
Mezclados y sin grumos, se vierte sobre el pastel desmoldado, se deja enfriar unos minutos, y a disfrutar.
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