¡Nunca pactes con el diablo!

Dos pares de ojos contemplan, atemorizados, como su poblado es masacrado sin piedad por los sanguinarios cosacos.

Svetlana y Kalinka son las únicas supervivientes, dos jóvenes que huirán a través del bosque sin un destino claro y que llegarán a una parte de éste que casi nadie ha pisado, ya que pesan sobre él leyendas, por lo que se ha convertido en terreno prohibido para los habitantes de un pueblo cercano.

Pero en medo de la espesura hay una cabaña donde vive Rhodiola, una anciana que acoge a las muchachas y con el tiempo se va a convertir en lo más parecido a una madre.

La rebelde y resuelta Svetlana se convertirá en su pupila más adelantada, aprendiendo todas esas fórmulas que, ayudándose de productos naturales, han hecho de la anciana una sanadora.

Pero este relato es un drama, y como tal en él intervienen personajes negativos que, anclados en el miedo y la religión, contaminarán las mentes de los habitantes del lugar que, exponen ante el recién llegado pope sus temores, todos infundados, por supuesto…

Y tras un momento terrible, Svetlana se verá sola, desamparada y frente al ofrecimiento que le hace un personaje que siseando, arrastrándose, se transforma en un hombre al que rechaza, pero que aparecerá de nuevo en su vida, más adelante.

Pasará el tiempo, y la felicidad se instala en la vida de la joven, que junto a Witold crean una familia juntos, pero el fantasma de la guerra planea sobre ellos y los separará definitivamente, siendo ésta esa imaginaria primera ficha que, irremediablemente, va a empujar al resto, en una sucesión de horribles hechos que harán que la mujer tome una decisión drástica, aceptando por fin el oscuro ofrecimiento del misterioso hombre.

El guionista francés Antoine Ozanam, que cuenta con una larga y fértil trayectoria a sus espaldas, y el dibujante sevillano Pedro Rodríguez recrean con talento el desgraciado y sobrenatural origen de este mito ruso, la Baba Yaga, esa temida mujer anciana, versión femenina del Hombre del Saco, que se traslada de un sitio a otro subida en una enorme olla y vive en una casa que se sostiene sobre unas robustas patas de ave, siendo protegida por varios caballeros espectrales, de los cuales también vamos a conocer su historia y la cercana relación que los unió a la chica que todos conocían como Svetlana.

Pedro Rodríguez, en su faceta como dibujante de cómics, nos ha regalado, dentro del sello Spaceman Project, ya sea en solitario (Historias para no dormir), o junto a guionistas como Jorge García (La aventuras del joven Jules Verne) historias de corte fantástico donde despliega sus dotes como ilustrador, y en la actualidad vuelve a trabajar junto a Ozanam en un nuevo cómic que constará de dos partes, cuyo título es Antes que el polvo se asiente.

El éxito de ventas de este cómic ha hecho que lleguemos a disfrutar de esta nueva edición, corregida y ampliada, que cuenta incluso con una nueva portada y una sección de extras donde disfrutar de los diseños, bocetos y lápices de Rodríguez. Una gozada.