El reencuentro con la historia

Cambio de itinerario

La Hermandad de las Siete Palabras visitó el antiguo convento Casa Grande del Carmen.

El paso de misterio de las Siete Palabras llegando al antiguo convento del Carmen desde donde volvió a salir hace 150 años.
El paso de misterio de las Siete Palabras llegando al antiguo convento del Carmen desde donde volvió a salir hace 150 años.
Texto: Juan Parejo /Vídeo: Ainhoa Ulla

17 de abril 2014 - 01:00

ANTIGUO convento carmelita, cuartel, caja de reclutas y, hoy, conservatorio de música. Ya no hay frailes en este cenobio que hasta el siglo XIX sufrió dos cierres temporales por la desamortización y la invasión francesa antes de clausurarse definitivamente tras la revolución de 1868 y que albergó a las hermandades de la Quinta Angustia, la Soledad, Sagrados Clavos y Siete Palabras y la Cabeza. Ayer una de ellas, la de las Siete Palabras, hoy en la parroquia de San Vicente, regresó al antiguo convento desde donde salió el paso de misterio en 1864 tras su reorganización. 150 años bien valen un rodeo y las Siete Palabras lo llevó a cabo para rememorar su historia.

La Hermandad de las Siete Palabras presentó ayer varias novedades. Además del cambio de itinerario, se podría decir que estrenó la primera fase de la reforma paso de palio. Muy orgulloso estaba el hermano mayor antes de salida del resultado: "Ha quedado muy bien. El paso se ha estrechado 12 centímetros y vaya cómo se nota. El año que viene se podría estrenar el techo del palio bordado. Ramón León ha hecho un gran trabajo también en los varales. No se han estrenado las jarritas delanteras por falta de tiempo, pero son magníficas".

En el interior de la parroquia la cofradía va tomando forma. Los costaleros se hacen la ropa en la sacristía, la coral que acompaña al Nazareno de la Divina Misericordia ensaya en el presbiterio. Se reparten las insignias... A diez minutos de la hora prevista para la salida, las siete de la tarde, un hermano pide que se vayan formando los tramos.

Cinco son los pasos de San Vicente. Tres los de las Siete Palabras y dos los de las Penas. La Virgen de los Dolores se encuentra delante de la capilla de la hermandad y el Señor, frente al Nazareno de la Divina Misericordia. Antes de abrir las puertas, el hermano mayor se dirige a los nazarenos y les recuerdan lo que está por llegar: "Vamos a celebrar intensamente esta efemérides y por eso vamos al Convento Casa Grande del Carmen".

La salida de los pasos es complicada. En el primero los hombres de Pepe Luna tienen que echarse a tierra. El segundo, el calvario de las Siete Palabras también sale con dificultad, tanto que el Señor va enterrado y el paso sale sin las cartelas laterales. Otra de las novedades es la música. El misterio de las Siete Palabras sale con su marcha Cristo de las Siete Palabras para sorpresa de buena parte del público congregado en la calle Cardenal Cervantes. "Esto no es música de palio", dice uno. Mientras el paso está arriado se colocan las dos cartelas laterales, también ante el asombro de un grupo de claveles: "Ves como le faltaba algo". Se levanta el paso y la hermandad nos regala el poder escucharlo a los sones de Pasan los Campanilleros, esa marcha que López Farfán compuso para el Cristo de las Siete Palabras.

El aguador que va en el paso salió el Domingo de Ramos en la Hiniesta y todavía le queda Montserrat, el Viernes Santo. Ayer iba con garrafas de plástico: "En la Hiniesta llevamos cántaros de barro, que son más bonitos pero pesan más. Allí es donde más agua repartimos porque salimos muy temprano". El paso de misterio ya ha culminado la vuelta, que no revirá, hacía la calle San Vicente. Este año las miradas son desde otros balcones. Desde lo alto se admira la inmensidad de este Crucificado que todavía no ha sido elevado a su altura habitual por unos cables que tiene que sortear.

A los sones clásicos de la banda Esencia el paso llega a Baños. Se acerca a la que fue su sede canónica iluminado por los rayos de sol que llegan desde Aljarafe. Los fotógrafos se afanan por captar este preciso momento. El acto ante el antiguo convento es breve. Apenas una ofrenda floral. Una pancarta colgada en uno de los balcones recuerda el aniversario. Con la misma sobriedad y elegancia que llegó, el paso enfiló Goles en busca de la Puerta Real y Alfonso XII para retomar su camino habitual de llegada a la Campana.

En el edificio que fue convento Casa Grande del Carmen ya no hay frailes, ni hermandades. Pero ayer se volvió a escuchar el eco de las Siete Palabras.

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