Una gloriosa alfombra de los Goya, noche estrellada en Sevilla

Con el regreso a la normalidad, sin limitaciones y con todas las ganas para brillar, la gala de los Goya en Sevilla ha sido un reencuentro con la moda y con una alfombra roja (azul) que ha sido excepcional. El photocall más lucido de los últimos años. Una excelente imagen de la moda española y notables apariciones del diseño internacional. Por supuesto que Penélope Cruz, de la últimas en llegar al recinto de Fibes, lucía un voluptuoso modelo de Dolce & Gabbana.

La actriz francesa Juliette Binoche, Goya honorífico, vestía en homenaje a Paco Rabanne, escasos días después del fallecimiento del diseñador español, en negro, con pedrería desde el cuello. Elegancia y sutilidad como el modelo de fantasía de la siempre esperada Nieves Álvarez.

La top model española lucía un modelo de alta costura de Stéphane Rolland en un color distante a los habituales de las galas, marrón café, como reveló la propia modelo.

Otra de las siempre esperadas, Belén Rueda, con el modelo más espectacular de la noche sevillana, de Valenzuela Atelier, con cola de plumas, cuerpo de lentejuelas dorado y top blanco ajustado.

Entre las fantasías fastuosas de bordados y apliques, el vestido-joya en azul de Amaia Salamanca confeccionado por el libanés Zuhair Murad.

Cayetana Guillén Cuervo lucía un modelo de Rubén Hernández y Belén Cuesta de Pedro del Hierro, elegantes y fastuosas de negro.

Y entre las imprescindibles, Silvia Abascal, de malva con un vestido de Redondo Brand. Juana Acosta también mostró su lado más rompedor con un vestido vaporoso de rosa maquillaje, con falda de transparencias, modelo de Gianbatista Valli.

Anna Castillo optó por un mono negro de Gucci, sexy, con brales y pequeños apliques. María León lucía transparencias en el busto, diseño del eldense Juan Vidal.

Y en líneas similares también era el modelo de Toni Acosta.

Aitana Sánchez-Gijón vestía en tres tonos, blanco, negro y dorado, con brillos y apliques, un original diseño de Carolina Herrera.

Y Aura Garrido, de Stella McCartney, un sencillo vestido largo dorado con hombro al aire.

La presentadora, Clara Lago, fue cambiando de modelo a lo largo de la noche y apareció en el 'photocall' junto a su compañero Antonio de la Torre con este vestido de Dior en negro total, con capa y escote pronunciado.

La moda andaluza estuvo presente en la noche, entre otros nombres, con Elena Furiase, de Roberto Diz, en un vestido rojo (el color favorito de su abuela Lola Flores, "ole ole", como la llamaba de pequeña) con bordados sevillanos.