Músicas para un Goya
Nominados Bandas Sonoras Goya 2023
Las bandas sonoras de ‘Modelo 77’, ‘Irati’, ‘As bestas’, ‘Las niñas de cristal’ y ‘Los renglones torcidos de Dios’ son las cinco candidatas de la 37º edición para el premio a la mejor música original.
Siempre hay una cierta sensación de orfandad o decepción cuando el nombre de Alberto Iglesias no está en liza entre los candidatos al Goya a la mejor música original de cada año. El donostiarra, que ostenta el récord absoluto en los Premios con once galardones entre 1993 y 2019, compone estos días la música para el nuevo corto de Almodóvar, Extraña forma de vida, un western protagonizado por Ethan Hawke y Pedro Pascal que ansiamos ya escuchar en su personal reinterpretación del viejo género norteamericano tanto como ver a través de la mirada iconoclasta del manchego.
Pero Iglesias no está en estos 37º Goya porque los colegas no lo hayan nominado, sino porque no tiene película con la que competir. Tras un 2021 en el que firmó Maixabel, Madres paralelas y el corto publicitario dirigido por Guadagnino O Night divine, el compositor se ha tomado un año sabático de estrenos mientras ultima la música para la serie sobre el diseñador Balenciaga que preparan Arregi, Garaño y Goenaga, y la banda sonora de un nuevo filme internacional, Helvellyn Edge, de Joah Jordan.
En este 2023 esperamos también ver al fin editado ese largamente anunciado disco cuádruple (Quartet Records) que incluirá buena parte de su música autónoma, nuevas grabaciones de obras de cámara o para ballet, su colaboración con Juan Muñoz y John Malkovich, el Cuarteto breve que compuso para el Tokyo Quartet o la première absoluta de su ópera Sierra de la atmósfera. Una edición en la que, entre otros solistas, ha participado el pianista sevillano Juan Pérez Floristán.
Los renglones torcidos de Dios e Irati
Pero por fortuna hay vida musical de calidad en el cine español más allá de Iglesias, una vida diversa, actualizada y heterogénea en la que conviven los formatos y lenguajes clásicos de la orquesta (véanse los guiños herrmannianos de la música de Fernando Velázquez para Los renglones torcidos de Dios o la delicada escritura sinfónica de Iván Palomares para Las niñas de cristal), con las nuevas corrientes sonoras que fusionan la electrónica o la música ambiental (lo que hace Julio de la Rosa en Modelo 77), o la reinterpretación del folclore tradicional que realizan en Aránzazu Calleja y Maite Arroitajauregi, ganadoras del Goya en 2021 por Akelarre, un filme ambientado en el siglo VIII donde instrumentos como el sacabuche, el serpentón, la nyckelharpa o un rabel, los recursos vocales en latín y euskera y la orquesta tradicional generan una particular sonoridad arcana.
As bestas
Muy interesante y abiertamente contemporáneo resulta también el trabajo rítmico (con protagonismo de la percusión), rugoso, disonante y telúrico del francés Olivier Arson para As bestas, donde su música (de cámara) se dosifica además de manera consciente para hacerse más fuerte en sus medidas apariciones como sustrato de esa violencia tribal que tensiona el relato de acoso y resistencia del filme de Sorogoyen. A la vista del impulso que hace del filme el más serio candidato a ganar el Goya, la música de Arson, colaborador habitual del cineasta en Que Dios nos perdone, El reino (su primer Goya) o la serie Antidisturbios, y autor también este año de los destacables scores para Cerdita y la serie Apagón, parece también la más sólida apuesta para el Goya y atestigua su versatilidad más allá de su natural querencia por la electrónica.
Las niñas de Cristal
En un registro bien distinto, la banda sonora de Las niñas de Cristal confirma a Iván Palomares (En las estrellas) como uno de los compositores más en forma del actual panorama audiovisual español, el único que además se abre paso en solitario en los Goya sin que las películas para las que trabaja lo acompañen en la carrera de fondo.
A sus bandas sonoras para series como La templanza o La cocinera de Castamar, donde ha dejado sobradas muestras de su talento y meticulosidad a la hora de recrear modos y formas musicales del pasado, se suma ahora la banda sonora de este nuevo filme de Jota Linares para Netflix ambientado en el mundo del ballet (con Giselle de Adam como referencia central), en el que la particular sonoridad de instrumentos como la sierra de cristal, las láminas o el eufonio (de nueva creación) dota de una especial cualidad onírica a una escritura orquestal delicada y preciosista donde vuelven a brillar las dotes melódicas y armónicas de Palomares.
Modelo 77
El jerezano Julio de la Rosa también opta con Modelo 77 a su segundo Goya en su nueva colaboración con Alberto Rodríguez, que lleva contando con él regularmente desde los días de 7 vírgenes (2005). Las atmósferas sintéticas y sostenidas, las progresiones armónicas, un órgano Farfisa de vuelo litúrgico, las guitarras eléctricas e incluso el ruido blanco se entrelazan y superponen en las potentes texturas de una banda sonora que funciona más como correlato de la propia arquitectura, el encierro, la frustración, la rabia, la tensión y el ambiente carcelario que como mero revestimiento de la acción, aunque en cualquier caso el filme le ofrece también a De la Rosa una secuencia final de 25 minutos donde poder concentrar y desplegar todos sus hallazgos.
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