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En plena polémica por las críticas de Candela Peña a las cuotas y ayudas por género, tres mujeres de cine, de distintas generaciones, embarcadas en un proyecto con mayoría de equipo femenino comparten con ella que "queremos igualdad, no privilegios, que nos hacen un flaco favor" y la lucha por esa igualdad "no debe ser sectaria". Son las actrices sevillanas Tamara Casellas y Estefanía de los Santos y la directora novel Julia de Paz, embarcadas en el rodaje de Ama, una historia que busca "romper el mito de la maternidad".
Nacido como un cortometraje para el proyecto de fin de carrera de la joven directora catalana, la productora valenciana La Dalia Film –comprometida con los jóvenes creadores– lo premió en el Festival de Cine de Ibiza (Ibicine) y el premio consistía ni más ni menos que en financiar a la ganadora el rodaje de un largometraje. De Paz reconoce que tanto ella como la guionista Nuria Dunjó y la protagonista, Tamara Casellas, vieron que "la historia daba para un largo" ya que en un corto no se podía abordar toda la "complejidad" que rodea a la maternidad. Por ello, el premio les permitió desarrollar el embrión de la vida de Pepa, madre de la pequeña Leila (Leire Martín) y la falta de relación entre madre e hija. Pepa se convierte en madre muy joven, no siente el apego por su hija que se presupone llega con el parto y no acepta el cambio de rutinas que conlleva la maternidad. Le gusta salir de fiesta, en cuanto puede endosa a la niña con su amiga Ade (Ana Turpín) o lo intenta con el padre de la criatura (Pablo Gómez-Pando). Su mala cabeza la lleva a perder el trabajo, el piso y el apoyo social. La actriz no es madre pero tiene el personaje "muy interiorizado" ya que lleva trabajando con él desde 2016 (el corto se rodó en 2017) y para prepararlo, directora e intérprete visitaron centros de acogida, se entrevistaron con asistentes sociales y madres con dificultades socioeconómicas. Por ello afronta su primera película como protagonista "con respeto porque es un peso muy importante y además hay muchos primeros planos de seguimiento a Pepa" pero con "cierta seguridad" por el trabajo realizado y estar rodeada en gran parte del mismo equipo del corto.
Estefanía de los Santos interpreta a la madre de Pepa, Rosario, que tampoco mantuvo una estrecha relación con su hija de pequeña, con problemas con el alcohol y a la que, viuda y sola, se le presenta una "segunda oportunidad" de recuperar la relación con su hija y su nieta. "Me encantan las películas que cierran con esperanza, con el mensaje de que hay posibilidad de corregirse", relata la actriz, que estuvo nominada al Goya por Grupo 7, al tiempo que destaca que el periplo de Pepa no es más que fruto de "las herramientas que yo le he dejado, a nivel emocional no sabemos comunicarnos, ella no ha sentido mi afecto y por eso no sabe criar a su hija". Su reflexión es que con la maternidad la mujer "desaparece como ser humano" y apuesta por "desmitificar eso porque primero eres un ser humano y después madre y mientras peor ser humano seas peor madre serás, es imposible la buena crianza si no eres un buen ser humano".
El punto de vista de la directora es rechazar la "exigencia" que "se nos vende" de que el objetivo vital de la mujer es ser madre y que genera "una frustración constante". "No quiero llegar a la situación de tener que decidir si ser o no madre sino que ni siquiera quiero tener que planteármelo para sentirme una mujer completa", afirma Julia de Paz.
Manuel de Blas, Chema del Barco, María Gregorio y Carmen Ibeas completan el reparto de una película en cuyo equipo técnico predominan las mujeres, algo que a De los Santos le produce "mucha satisfacción y más porque todas son bastantes jóvenes" ya que supone que "poco a poco vamos rascando" el lugar de las mujeres en el cine, donde reconoce que para mujeres maduras no hay las oportunidades que sí tiene el teatro. Aunque la directora explica que ese dominio femenino no fue premeditado, y rechaza la etiqueta de "cine de mujeres", reconoce que "el proyecto en sí es una denuncia de la posición de la mujer" y la historia hizo que se sintieran atraídas profesionales femeninas por el proyecto. También Tamara Casellas, formada inicialmente en Viento Sur Teatro y luego en Barcelona, resta importancia al género dominante en el equipo. "A mí me da igual, lo importante es que haya buen ambiente en el rodaje", dice.
Tras rodar esta semana en Sevilla el principio y el final de la historia –en exteriores del barrio de la Macarena y en un piso de Los Remedios como la casa de Rosario, la madre de Pepa, a la que acude con su hija–, el resto se filmará en Alicante, Benidorm, Alfaz de Pi y Playa de Albir. En total, serán cuatro semanas de rodaje hasta el 31 de marzo. El estreno está previsto para 2021.
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