Con la tendencia tan española a la picaresca, que sale sola, es necesario reivindicar la rebeldía de espíritu

No somos la cigarra que ha dejado de cantar. Somos el alma de Europa y su despensa

Llevamos meses con tanto ruido de fondo que ya no sabemos escuchar ni nos interesa. Estamos asqueados

Por raro que les parezca el hermanísimo es Puigdemont, al que nadie de la familia traga

Lo malo de vivir por encima de tus posibilidades son sus invisibles efectos colaterales

Voy a ser como una madre antigua cuando no le gustaba un novio, no lo dejaré al azar ni esperaré a que caiga por su peso

Nuestro antihéroe es un personaje al que el precipicio le salva siempre

Nos están robando el silencio y el respeto. Nos están robando lo más valioso que tenemos, nuestra inseguridad

Uno y otro quieren gobernar, por eso sus discursos son idénticos. Les gustan a ambos los cambios de opinión

La mente es esa bruja que pretende engordarnos los pensamientos para después devorarnos con el olvido

Leer los periódicos era, hoy lo sé, una forma de educar, de respetar el silencio y hacerlo productivo

En una obra 
deberíamos encontrar siempre un reflejo 
de desnudez

De vez en cuando viene Dios y nos moja amorosamente como si su aguacero quisiera limpiarnos

En sus ollas siempre ha habido un único ingrediente cocinado a fuego lento: verdad, al estilo de siempre o a lo moderno

Me dio ternura ver a Bolaños, a lo Pesci, felicitarse a sí mismo por traicionar su palabra y la de los suyos

Hay algo de sobreactuación en los insecticidas. La intensidad de su olor, la presunta garantía, el aparente prestigio de la limpieza