El neobarroco administrativo puede admirarse en las sedes electrónicas y en los portales del ciudadano

No han muerto los últimos de Normandía, ni la memoria del exilio y el Holocausto frente a estos éxodos y masacres

Lo que antaño era inconcebible –no pensar en comer caliente a diario- ahora lo es. Perdimos el hábito y la salud

Hemos admitido como animal de compañía la más peligrosa de las manipulaciones: la política del absurdo

No son las fotos las que nos roban el alma. Es esta ola de aceleración la que nos deja sin nosotros mismos

Algo pasa en Renfe, señor ministro. Deje de medirse en Twitter con los peores y póngase a trabajar

Parar esta locura no es antisemitismo, sino viento a favor de lo que nos quede de Humanidad y humanidad

Cada víctima de pederastia en el seno de la Iglesia duele hasta el tuétano; cada losa de silencio sobre ella me rebela

La ‘economía de la soledad’ no exige envases monodosis; el menor formato unipersonal es el granel

Si comes bien en una estación, alégrate, estás en un lugar del que el falso progreso pasa de largo

“¡Una buena mili!”, es lo que aún hoy se desea a los tipos incapaces de tomar las riendas de su vida

Si Instagram, TikTok o Tinder son gratuitas no es porque usted sea el cliente sino, sobre todo, el producto

Las semanas santas lluviadas tienen, a la vez, cuarto y mitad de contención, cuarto y mitad de esplendor

El aislamiento, el individualismo, el narcisismo y la soledad tienden a crecer hasta converger

Lo peor de la política cortesana es que inhibe a las mejores mentes y espíritus y catapulta a los cocodrilos

¿Qué ha aprendido el Estado de Israel de las expulsiones y ejecuciones al pueblo judío y del Holocausto

Hemos aceptado la imposición de lo ‘online’ como forma preferente, si no única, de toda gestión bancaria

Se ha roto el consenso crucial: el de saber qué es un ser humano (y qué no) y qué consideración merece

La cobertura de Inés Hernand en los Goya me puso en la duda: el tripi, ¿se lo ha tomado ella, o yo