La rumba más famosa

El encuentro al que aludía el nombre del espectáculo se produjo al final, precisamente en el tema que no estaba en el programa de mano, la rumba más famosa de la historia, Entre dos aguas, y que sirvió para uno de esos épicos “duelos de guitarra” que marcó el final de muchos de los conciertos de Paco de Lucía. Por lo demás, se trató de dos recitales independientes. En el del Niño Josele tuvimos la fortuna de encontrarnos con la guitarra solista de concierto en tarantas, colombianas, soleares y bulerías. El almeriense hizo un despliegue formidable de recursos recorriendo, como digo en solitario, toda la gama de las emociones jondas. Con un lenguaje contemporáneo y a la vez atemporal. También hizo un par de temas con el piano de José Heredia en el que mostró su cara más social y jazzística.

El jazz también marcó la primera parte de la noche porque el concepto de tema con variaciones que rige en los temas de Rycardo Moreno, así como su digitación, debe mucho a la guitarra jazzística. Hizo una bulerías mano a mano con Poti Trujillo y Gnossienne nº1de Erik Satie con Batio Hangonyi. En los demás temas, seguiriyas, alegrías, se hizo acompañar por un cuarteto de cuerda en un arreglo de su última obra, el Concierto nº1. Sí, ciertamente, el tocaor de Lebrija también se ha visto afectado por lo que en su momento nombré como el “virus sinfónico”, aunque en este caso la parte orquestal se presentó, como decíamos, en una reducción para cuarteto de cuerda. Su música es hermosa, etérea, luminosa, en el formato que elija.