Dolor menstrual: ¿por qué las mujeres sufren cada mes y qué soluciones naturales hay?

Cada 28 días, aproximadamente, la historia se repite para miles de mujeres españolas. El vientre se convierte en un campo de batalla, la cabeza estalla y, cuando sientes que no puedes más, recurres a lo que siempre te han dicho: ibuprofeno, ajo y agua.

Y es que los datos son más que significativos: según una encuesta de la Sociedad Española de Contracepción, un 40% de las mujeres en España se enfrenta a dificultades para llevar una vida normal durante su periodo menstrual. Dolor, cansancio extremo, mareos y un sangrado tan abundante que solo empeora lo inevitable.

Pero, ¿por qué aparece el dolor menstrual? ¿Existe algo además del ibuprofeno?

El dolor menstrual y su relación con las hormonas del ciclo

Para entender por qué la menstruación puede llegar a doler tanto, hay que hablar de hormonas. Durante el ciclo menstrual, el útero se prepara cada mes para un posible embarazo; si esto no ocurre, el cuerpo libera prostaglandinas, unas sustancias que hacen que los músculos del útero se contraigan para expulsar el revestimiento que ya no necesita.

Y cuantas más prostaglandinas haya, más intensas y dolorosas serán esas contracciones. A eso se le suman otras condiciones médicas que las mujeres pueden experimentar, como la endometriosis o el Síndrome de Ovario Poliquístico, además de otros factores como el estado físico y emocional de las mujeres.

Y aunque esta escena se repite para miles de mujeres españolas mes a mes, sigue siendo un tema del que no se habla lo suficiente. En el entorno laboral o académico, muchas mujeres prefieren aguantar en silencio antes que mencionar que el dolor de la regla las está dejando fuera de combate. La frase "tienes la regla, ¿verdad?", acompañada de una mirada escéptica, convierte el dolor menstrual en una especie de vergüenza pública.

Afortunadamente, las cosas han ido evolucionando y, desde febrero de 2023, las mujeres españolas pueden solicitar una baja por dolor menstrual. Un avance que, sin embargo, dejó en evidencia la magnitud del problema: que hay miles de mujeres que necesitan una baja médica porque el dolor es tan fuerte que no pueden ni levantarse de la cama.

¿Existen soluciones más allá del ibuprofeno?

El ibuprofeno ha sido y sigue siendo el remedio estrella para los dolores menstruales. Pero también es el parche rápido que no siempre soluciona el problema de raíz, especialmente cuando no se produce un adecuado seguimiento de cada caso.

Por suerte, con el avance de la ciencia se van conociendo alternativas que pueden ayudar a la salud femenina. Desde infusiones de jengibre hasta suplementos de plantas, la naturaleza ofrece varias opciones para afrontar esos días difíciles.

Una de ellas es el Vitex agnus-castus, también conocido como sauzgatillo. Este arbusto crece a orillas del Mediterráneo oriental, se ha utilizado en la medicina tradicional para tratar diversos problemas de salud femeninos. Entre ellos, los relacionados con el ciclo menstrual. Esta planta ayuda a equilibrar las hormonas y reduce la producción de prolactina, lo que puede aliviar el dolor menstrual de forma significativa. Es por ello que es uno de los suplementos más utilizados para los síntomas menstruales.

Además, minerales como el magnesio ayudan a relajar los músculos uterinos y reduce la retención de líquidos, mientras que el jengibre, con sus propiedades antiinflamatorias, bloquea las prostaglandinas responsables del dolor. Aplicar calor local en el abdomen con almohadillas térmicas o botellas de agua caliente es otro remedio clásico pero que sigue funcionando. También el ejercicio suave, como el yoga o caminar, libera endorfinas que alivian el malestar y mejoran el estado de ánimo.

Sin embargo, al final del día lo que más necesitan las mujeres que sufren dolor menstrual es comprensión y empatía. Reconocer que su dolor y sufrimiento es real y que afecta a su calidad de vida es el primer paso hacia una sociedad más justa. La aprobación de leyes que protejan la salud de las mujeres es un gran avance, pero también es una llamada de atención: se siguen necesitando más investigación y más soluciones.