Autocuidarse, ¿qué es y en qué consiste?
Contenido patrocinado
Desde hace un tiempo hasta la actualidad cada vez se está dando mayor importancia al concepto de "autocuidado". Autocuidarse significa quererse y es una práctica que nos ayuda a sentirnos bien tanto por dentro como por fuera. Pero ¿en qué consiste realmente? ¿Cómo podemos poner en práctica una rutina efectiva de autocuidado?
Te lo contamos a continuación.
¿Qué son las rutinas de autocuidado y en qué consisten?
Las rutinas de autocuidado, también conocidas como beauty snacking o self care, son esos rituales de belleza que hacemos a lo largo del día y que nos ayudan a sentirnos mejor. Exfoliarnos la piel con BHA ácidos, cuidar de nuestro cabello, mimarnos con un automasaje... son hábitos que podemos tomar e implementar en cualquier momento que nos venga bien, como por ejemplo después de una ducha, mientras desayunamos o vemos la televisión. Gracias a ellos, conseguiremos un mayor bienestar tanto físico como mental, y esto nos ayudará a mejorar nuestro estado emocional para afrontar lo que nos depare el día a día.
¿Cómo y cuando hay que empezar a autocuidarse?
El autocuidado es una práctica que se puede (y se debería) realizar a cualquier edad. Para ello no hay horarios determinados, se trata de aprovechar cualquier momento en el día que te permita hacer tus rituales de belleza y bienestar, así como relajarte. Para ello, existen diferentes productos de belleza como cremas, brumas, tratamientos de spa o dispositivos para terapias modernas que, con el Black Friday a la vuelta de la esquina, se pueden conseguir a buenos precios. No obstante, también se pueden realizar otras prácticas como sesiones de automasaje o de ejercicio que nos ayudarán a sentirnos mucho mejor. La idea fundamental es mimarnos.
Formas de poner en práctica el concepto de autocuidado
La manera que tenemos cada uno de autocuidarnos es diferente y totalmente personal. De este modo, para saber lo que necesitamos y qué puntos deberíamos trabajar para sentirnos mejor, deberíamos analizar qué sentimos o creemos que nos falta. Con ello, nos resultará mucho más fácil elegir los productos indicados para nosotros. No obstante, cuidar de la piel y mejorar nuestra condición física son claves en todas las rutinas de autocuidado, y se puede conseguir de la siguiente forma.
Cuidados de la piel
Cuidar de nuestra piel no solo hará que nos veamos bien, sino también que nos sintamos mejor. Así pues, los productos y dispositivos que más ayudan para ello son: los exfoliantes, los productos que hidratan y tratan la piel y los dispositivos de terapias.
Exfoliantes y productos que tratan la piel
La exfoliación de la piel nos ayudará a eliminar células muertas y a que esta se renueve, por lo que es muy recomendable que añadamos esta práctica a nuestra rutina de autocuidado. Puedes elegir entre exfoliantes químicos o físicos, dependiendo de tus gustos y necesidades. Después, nada mejor que un automasaje con hidratantes o productos spa que nos ayuden a desconectar.
Terapias de luz y corriente galvánica
Aparte de cremas y productos similares, en el mercado podemos encontrar dispositivos que utilizan la tecnología para mejorar el estado de nuestra piel. Dos de los más reconocidos son los que usan la corriente galvánica o la luz LED. Ambos provocan cambios químicos en la piel y sus beneficios se pueden resumir en una limpieza más profunda, mejoría de la circulación y oxigenación, potencian los efectos de los productos de belleza, alisan y tensan la piel, disminuyendo la aparición de las arrugas y líneas de expresión, aportan luminosidad y estimulan la producción de colágeno, ayudando a la renovación celular.
Utillizar este tipo de dispositivos puede ser una gran opción tanto si se desea potenciar los efectos de los productos de belleza como si se quiere tratar la piel con ellos. La gran ventaja es que puedes usarlo mientras haces otras actividades como ver la tele o leer un libro, por lo que son claros ejemplos del concepto de autocuidado.
Hacer ejercicio y desconectar
Otra manera perfecta para autocuidarse es hacer ejercicio con regularidad. Este no tiene que ser intenso, sino que con sesiones moderadas podremos disfrutar de sus múltiples beneficios. Hacer ejercicio con regularidad nos ayuda a reforzar nuestro sistema inmunológico y a mejorar nuestra salud cardiovascular, además de tonificar nuestra musculatura. Todo ello consigue que nos sintamos bien tanto por dentro como por fuera. Caminar, ir en bicicleta, hacer yoga... las posibilidades a la hora de ejercitarse son muchas, por lo que elige la que más vaya contigo. ¡Lo importante es moverse!
Por último, no te olvides de desconectar. Date un tiempo para ti, ya sea con un baño relajante, viendo tu serie favorita o leyendo un libro. Permítete abstraerte un momento, durante el día, de tus quehaceres y otras cuestiones que mantienen tu mente trabajando. No olvides que autocuidarse significa quererse, y no hay mejor manera de hacerlo que dándonos un merecido respiro.
También te puede interesar