Un adiós casi cantado

El tópico de aquello de García Márquez -Crónica de una muerte anunciada- se cumplió anoche en las entrañas del Ramón Sánchez-Pizjuán. Mientras Manuel Jiménez protagonizaba su rueda de prensa posterior al partido en la que sobresalía una frase por encima de todas y muchas veces repetida -"estoy jodidísimo"-, en la habitación de al lado era destituido por los miembros con poder ejecutivo del consejo de administración.

El entrenador arahalense no pudo soportar la fuerte presión que se ejercía sobre él y, sobre todo en vista de las malas sensaciones que venía ofreciendo el equipo durante el último mes, el Sevilla pone fin a un ciclo a diez jornadas del final de la Liga y a la espera de jugar una final de Copa.

En estos momentos, José María del Nido, Monchi y José María Cruz manejan tres opciones para elegir el hombre que sustituirá al que ha sido durante dos temporadas y media el encargado de comandar la nave. Una vez terminado el partido, corrió como la pólvora el nombre de Luis Aragonés como alternativa de urgencia, pero no es la única que baraja el consejo, que tampoco quiere cargarse el trabajo que tenía avanzado de cara al proyecto de la temporada que viene.

El Sevilla podría tener un entrenador ya apalabrado para el año próximo que ahora está trabajando (Gregorio Manzano) y traer otro hombre que exigiría seguir también a partir del 30 de junio sería romper ese acuerdo. Es en esa tesitura en la que aparece el nombre de Juande Ramos, otra opción que, pese a que no acabó bien en su relación con Del Nido, no se descarta en el seno de la entidad.

Monchi fue el encargado de atender a la prensa después del empate producido en el Sánchez-Pizjuán para explicar las razones que han llevado a la cúpula sevillista a tomar esta determinación. "La decisión ha sido muy dolorosa y costosa, y se ha tomado después del partido y después de valorar una serie de circunstacias para buscar la reacción del equipo para los diez últimos partidos de Liga y la final de Copa. Nos jugamos dos objetivos deportivos y económicos muy importantes para el club".

El Sevilla espera que a lo largo del día de hoy fructifiquen los distintos contactos que ya ha empezado para que el elegido para sustituir a Jiménez se incorpore ya mismo. El primer nombre que ayer mismo comenzó a sonar con fuerza fue el de Luis Aragonés, aunque Monchi no quiso hablar de candidatos y aseguró que la decisión no está tomada y que dependerá de muchos factores. "En nuestra mente ya hay varias opciones, pero todavía no tengo decidido quién va a ser ese entrenador, en las próximas horas habrá noticias, seguramente. Nuestra intención es que se siente en Villarreal".

Pero, ¿es Luis Aragonés el candidato principal? "No", contestó Monchi, a quien se le insistía si, como se decía desde Madrid, había habido a mediodía de ayer un primer contacto en la capital de España con el ex seleccionador, el artífice de la Eurocopa y ex entrenador del Sevilla en las temporadas 93-94 y 94-95. "No voy a hablar de posibles sustitutos cuando no hemos hablado con nadie", insistió el director deportivo.

También se le requería a Monchi si podía aclarar lo relacionado a la interinidad del sustituto. ¿Es para estos tres meses o se firmará a un técnico que continúe el año próximo? "Es un tema que tenemos que valorar, ha sido una decisión de ahora mismo, seguimos pensando y hablaremos de futuro a partir de mañana". Pero Monchi sí dejó caer que ya había un entrenador pensado para el curso próximo y dejó caer que la interinidad por estos tres meses es la opción con más fuerza: "Tenemos que hablar, escuchar, no queremos hipotecar nada, tenemos que ver qué proyecto nos ofrecen cuando hablemos con el sustituto".

Después de aclarar hasta donde pudo en público lo referente al relevo de Jiménez, Monchi desbrozó las razones de su destitución: "Es un tema meramente deportivo, el equipo lleva varios partidos sin reaccionar y en el fútbol cuando se toma una decisión de este cariz es para buscar una reacción. Manolo ha hecho todo lo posible e imposible, como profesional no se le puede achacar nada y el club sólo puede expresar su agradecimiento. Hemos querido cortar una situación antes de que no hubiera remedio, buscar una reacción antes de que no haya solución".

Igualmente, aseguró que ve fuerte al equipo para afrontar la nueva etapa: "Al equipo, en cuanto a actitud, no se le puede reprochar nada tampoco, pero estamos un poco obstruidos, ciegos de cara a los partidos y creemos que es el momento de intentar buscar ese cambio que pueda hacer renacer al equipo". "Necesitamos una persona que revitalice al equipo y que devuelva el nivel que creemos que tiene la plantilla", añadió Monchi de forma ilustrativa.

Otro aspecto que tocó fue si el consejo hubiese mantenido a Jiménez si no hubiese llegado ese empate en el minuto 92: "Posiblemente sí. El gol no es determinante, una victoria ayuda a que se puedan reconstruir el equipo y las ilusiones, y el empate nos crea más sensación de pesimismo de cara al futuro". El ex meta de San Fernando también habló de lo injusto de que Jiménez sea destituido con el equipo quinto y en la final de la Copa: "Este club ha crecido tanto que las exigencias son muchas. Creemos que, mirando al futuro, no veíamos una reacción y creemos que teníamos que tomar una determinación", arguyó.

Por último, analizó el estado anímico de su subalterno y amigo al recibir la noticia: "Lo ha aceptado, ahora estamos todos un poco bloqueados. Es el primer cese en ocho años de nuestro presidente, es muy duro, y para él es un palo fuerte, pero no hay otra solución". Y una última inquietud, ¿ha influido la división en la afición respecto al entrenador en la decisión? "Sabemos que esa división no es de hoy. La decisión es buscando una reacción del equipo, intentando buscar un camino para afrontar los dos objetivos tan importantes para el club, clasificarnos para la Champions y vencer en la final de la Copa del Rey".