Vuelta de so(m)brero (4-0)

Al menos no hizo demasiado frío y los sevillistas congregados en el Pizjuán disfrutaron de un partido copero convertido en cita de exhibición para despachar a un Granada que bastante tiene con preocuparse por su situación en la Liga y que no opuso gran resistencia, vista la superiridad de Los Cármenes, que bien habría podido convertir el choque en un estorbo, directamente. Se convirtió en un encuentro que al Sevilla le sobraba, pero que solventó con notable. De sombrero en una noche de sobrero.

Goleada, como en el torneo liguero, del Sevilla, que ahora se verá con el Espanyol por un puesto en semifinales. La vuelta, como todas las rondas eliminatorias que juegue, en Nervión. La ilusión que no oculta ni Emery ni nadie se masca y la caída del Valencia no hace sino acrecentarla. Dos citas intersemanales antes de que finalice enero ante los periquitos y el ganador del Málaga-Athletic en el horizonte.

Salió el Sevilla sin complejos. Con la tranquilidad de su ventaja en el marcador y, más aún, de su ventaja futbolística. El Granada aguantó lo que pudo hasta entregarse mediado el primer acto. Ya pudo marcar Aspas al poco de empezar pero lo hizo Gameiro pasado el cuarto de hora empujando un centro perfecto de Fernando Navarro. El gallego cabeceó con parábola una falta lanzada por Deulofeu y 2-0. Ya sobraba todo. En especial la hora, tardísimo. Al menos la noche era más benigna que alguna de las anteriores...

El caso es que el Sevilla, con los deberes más que hechos y un calendario el resto del mes de lo más interesante, se guardó un poquito pero aprovechó que tiene gente con hambre de titularidad para premiar la asistencia de sus parroquianos. Deulofeu estuvo francamente excelente, pleno de desborde, empuje y, este vez, acierto, mientras daba gusto ver a Gameiro en cada acción. El francés logró el tercero con la ayuda del meta Roberto y encadenó regates imposibles para que Denis Suárez la colocara dentro con tanta tranquilidad como jugadores había en el área.

Sin mayor capacidad de análisis en un partido tan sencillito, pasó por completo desapercibida la presencia de Coke en el centro del campo, como en su brillante segunda parte en Almería, y la del discutido Kolodzieczak, de relevancia cero esta vez. Como Sergio Rico, sin paradas al igual que en el encuentro de ida. Dice mucho de la actitud del Sevilla en una cita tan irrelevante en su desarrollo como relevante en su significado.

El Sevilla va de veras en la Copa, sus jugadores lo demuestran, y yendo así va a costar bastante quitárselo de encima.