El gobierno plantea que el Auditorio de la Cartuja sea el futuro pabellón multiusos

El gobierno local admitió ayer que la opción "más firme" para disponer de un pabellón multiusos en la ciudad es la de reformar el Auditorio Rocío Jurado, en la Isla de la Cartuja. Esta infraestructura es clave para el Mundial de Baloncesto de 2014, que tendrá en Sevilla una de sus sedes principales. Hasta ahora se habían barajado otras opciones, entre ellas la s de Sevilla Este o el solar de Los Bermejales donde en origen iba levantarse la polémica mezquita, pero donde al final se edificará la Escuela Politécnica y un centro cívico gracias a un acuerdo alcanzado entre el Ayuntamiento y la Universidad de Sevilla.

Uno de los técnicos metido de lleno en el proyecto, Alfonso Seoane, se limitó ayer a asegurar a este periódico que su prioridad ahora mismo es gestionan la financiación privada del proyecto, sin entrar a valorar por el momento la idoneidad de una u otra ubicación. Seoane descartó pronunciarse sobre la opción del Auditorio que fuentes autorizadas del gobierno citan ahora como una posibilidad real.

El futuro pabellón multiusos será explotado por una firma extranjera en colaboración con una gran entidad nacional de la construcción. El Ayuntamiento ha mantenido hasta ahora su intención de ceder el suelo y el 30% para explotación de uso terciario por un tiempo limitado, siempre que las empresas que participen corran con los gastos, pero en el caso concreto del Auditorio habría que gestionar previamente la viabilidad urbanística de una operación de estas características. Por el momento ya se ha contactado con cuatro firmas, que sufragarían los gastos del proyecto a cambio de recibir la cesión gratuita del derecho de superficie y de que se les permita explotar para uso terciario el 30% del inmueble, una cuestión ahora inviable con el planeamiento vigente.

El Consistorio tiene ya claro el modelo de gestión que ha de seguir para lograr sacar adelante esta nueva infraestructura, para lo cual todo indica que necesitará la alianza de varias empresas, de tal forma que se repartan la edificación y la explotación, pues en el actual contexto de crisis económica y financiera queda descartada la posibilidad de disponer de dinero público. El Ayuntamiento asegura que está negociando el proyecto "sin prisas", pero con el criterio en firme de que a las arcas municipales no le cueste un euro. Se parte de la base de que el Consistorio no tiene capacidad económica para costear esta infraestructura, ni tampoco dispone de justificación política para realizar un elevado desembolso.

El propio presidente de la Federación Española de Baloncesto (FEB), José Luis Sáez, ha bendecido la posibilidad de que el Auditorio acoja el futuro pabellón. Su prioridad es que no se repita el "mal ejemplo" del estadio de la Cartuja. La oferta de tiendas deportivas y gimnasios que se podrá desarrollar dentro del uso terciario exigirá que el pabellón sea ubicado en un lugar de fácil acceso para las grandes masas de población. Esta condición es indispensable para las empresas interesadas en el proyecto, así como la FEB, pues Sáez ha mostrado su deseo de que el Mundial de Baloncesto deje a la ciudad como "legado" un pabellón que sirva para meter a la ciudad en los circuitos de los grandes conciertos y acontecimientos, de tal forma que no quede exclusivamente como recinto deportivo.

La obra debe comenzar en 2012, en el peor de los casos, para que esté todo listo para el Mundial, pues el Ayuntamiento estima que se precisan dos años para levantar el pabellón, aunque no se descarta tenerlo a punto con anterioridad para comenzar a "hacer negocio" en beneficio de la ciudad. La duración de la concesión administrativa que se haga a las empresas para explotar el recinto irá en función de la calidad de la construcción, de tal forma que el contrato puede oscilar entre los 40 y los 90 años. El alcalde calificó en su día de "ambicioso" este proyecto, que será concebido desde su origen como multiusos , y aseguró que Sevilla ya estaba demandando una nueva infraestructura de estas características.