La Policía detiene en el aeropuerto a un boliviano con tres kilos de cocaína
El joven reconoce que aceptó transportar la droga a cambio de 5.000 euros y es enviado a la cárcel por la juez de Guardia.
La Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) de la Policía Nacional en Sevilla ha detenido en el aeropuerto de San Pablo a un ciudadano boliviano que transportaba 3,2 kilos de cocaína ocultos entre sus pertenencias.
La detención del joven J. D. O. P., de 35 años, se produjo en la mañana del pasado lunes, a su llegada de un vuelo procedente de Lisboa (Portugal), una de las rutas calientes del tráfico de cocaína en las que se han producido en los últimos años importantes aprehensiones de sustancias estupefacientes, sobre todo de cocaína.
La Policía española había sido alertada por las autoridades portuguesas, que avisaron sobre la presencia en un vuelo de la compañía TAP Portugal -que hacía el trayecto Lisboa-Sevilla- de un ciudadano boliviano del que se sospechaba que podía transportar droga oculta en su equipaje.
Ante esta información los agentes de la Udyco procedieron a montar un dispositivo de vigilancia en el aeropuerto de San Pablo. Así, se comprobó cómo el joven detenido recogía su equipaje de la cinta transportadora asignada a este vuelo y vieron cómo pasaba el control de aduanas de la Guardia Civil sin "levantar sospecha a los agentes de la Benemérita", según explica el atestado policial. Una vez pasado este filtro de aduanas, los policías interceptaron a J. D. O. P., procediendo a su identificación y al registro de sus pertenencias.
En una maleta del detenido los agentes hallaron camuflado, en un doble fondo, una placa de cartón donde iba parte de la cocaína. El resto de la droga fue hallado en un chaquetón de grandes dimensiones que pesaba bastante. Los estupefacientes intervenidos alcanzaron un peso de 3,2 kilos.
Una vez localizada la droga, el sospechoso reconoció de manera espontánea a los investigadores que se encontraba en una situación "desesperada" y que había aceptado hacer de "mula" porque alguien le había ofrecido 5.000 euros por este transporte.
El detenido fue puesto a disposición del juzgado de guardia, que decretó su ingreso en prisión provisional ante la gravedad del delito. La abogada Mónica Gallardo Bejarano, que defiende al boliviano, alegó que el imputado ha reconocido los hechos y no hay riesgo de fuga porque tiene arraigo suficiente.
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