Un jurado enjuiciará el doble crimen de los bebés congelados
El juez atribuye a la parricida dos delitos de asesinato con la agravante de parentesco por los que se puede enfrentar a 40 años
El juez de Sanlúcar la Mayor que instruye la causa contra Sara López Hernández, la parricida de Pilas que presuntamente asesinó a sus dos bebés, que fueron hallados en sendos congeladores de su vivienda, ha dictado un auto que pone fin a la instrucción y en el que acuerda que el caso sea enjuiciado por un jurado popular.
En el auto, el magistrado atribuye a la madre dos delitos de asesinato en los que concurre la circunstancia agravante de parentesco, según informaron fuentes del caso. Tras dictar esta resolución, el juzgado dará traslado de la imputación a Sara López y a continuación se celebrará la audiencia preliminar que prevé la ley del jurado.
Con el procesamiento de Sara López por dos delitos de asesinato, la parricida puede enfrentarse a una condena de 40 años de cárcel, la misma pena que en julio pasado se impuso a José Bretón, el padre de los dos menores asesinados en Córdoba, tras haber sido hallado culpable por un jurado popular.
Los dos médicos forenses del Instituto de Medicina Legal (IML) han confirmado que el primer bebé, cuyo cadáver fue hallado el 9 de noviembre de 2012, murió asfixiado y apuntaron que el fallecimiento se produjo, en una alta probabilidad, por ahogamiento, lo que concuerda con la declaración de la madre, quien en su día reconoció que había dado a luz en la bañera de su domicilio.
Respecto al segundo bebé, cuyo cuerpo fue localizado el 27 de noviembre, los forenses consideran que en este caso la muerte también se produjo por "asfixia mecánica", si bien debido al grave deterioro del cuerpo no se puede precisar si la muerte se debió a la inmersión del bebé, como sucedió con el otro pequeño.
La parricida reconoció en su declaración en el juzgado que ocultó los dos embarazos a todo su entorno, incluso a sus compañeras de trabajo ante las que se cambiaba de ropa, y dijo que "nadie" le asistió en los partos ni le ayudó. Sara López afirmó que "temía la reacción del entorno" de su marido ante el primer embarazo, que según dijo tuvo lugar el 24 de junio de 2011 -esta fecha no puede corroborarse científicamente-, y justificó que ocultara el cuerpo en el congelador porque "no quería desprenderse de él ni olvidarlo" y porque no le parecía bien "tirarlo a un contenedor". La imputada también alegó que el bebé nació muerto, porque "ni lloraba ni respiraba".
Del segundo embarazo, el que se produjo varios meses antes del acaecido el 24 de junio de 2011 -según las afirmaciones de la parricida-, no recuerda ni siquiera que estuviera encinta.
La acusada, que tiene otros dos niños de 11 y 14 años, dio a luz a una niña tras ser encarcelada.
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