Calle rioja
Francisco Correal
El filósofo de Cerro Muriano
Un enfermo mental mató el jueves a cuchilladas a sus padres y su hermana y se entregó a la Policía un día después asegurando que había acabado con sus familiares obedeciendo "un mandato de Dios". El presunto asesino es Luis Briz Torrico, de 34 años, que según sus vecinos padecía esquizofrenia y se comportaba de manera violenta. Las víctimas son sus padres, Donato Briz Sánchez, de 67 años; y Ángela Torrico Sánchez, de 66; y su hermana, Inmaculada Briz Torrico, de 37.
Los hechos ocurrieron en el domicilio de la familia, situada en el número 10 de la calle San José, en el centro de Dos Hermanas. Los crímenes se cometieron el jueves, pero nadie oyó nada extraño esa tarde. El asesino estuvo muchas horas, aún por determinar cuántas, con los cadáveres, un tiempo que la Policía cree que se dedicó a limpiar concienzudamente la casa, a ordenarlo todo e incluso a colocar los cadáveres sobre colchones. El triple asesino llegó hasta agrupar los cuerpos de sus parientes y taparlos con una manta. Cuando todo estaba dispuesto a su antojo, decidió entregarse. Lo hizo ayer por la tarde, sobre las ocho y media, acudiendo a los juzgados de Dos Hermanas, donde confesó lo ocurrido. Allí mismo dijo al juez que lo hizo "por mandato de Dios".
La familia es originaria de Salamanca y era conocida como los Donato, por el nombre del padre. Donato Briz Torrico era una persona bastante conocida en Dos Hermanas porque tenía una empresa de construcción y una tienda de venta al por mayor de pantalones vaqueros, de la que se surtían la mayoría de los vendedores de los mercadillos de la ciudad. La familia llevaba varias décadas en Dos Hermanas, en cuyo centro estuvo en principio la tienda de ropa hasta que fue trasladada a la barriada de Vistazul. La mujer de Donato trabajaba en este negocio junto a su marido, donde también ayudaban sus hijos.
La hermana del presunto asesino, Inmaculada, era licenciada en Derecho y ejercía como procuradora en los juzgados de Dos Hermanas. La familia no tiene más parientes en Sevilla, según los vecinos. Por ese motivo ninguna persona vinculada a los Briz Torrico acudió anoche al domicilio familiar, adonde el presunto asesino fue trasladado también desde los juzgados y donde hasta las diez de la noche permanecía en el interior de un coche policial. Los cuatro miembros de la familia habían vivido hasta hace muy poco en la casa en la que ocurrieron los hechos, una vivienda de dos plantas y con piscina, en el número 10 de la calle San José, muy cerca del Ayuntamiento de Dos Hermanas. El inmueble fue construido por el padre, con su empresa. El presunto parricida se habría mudado hace un par de meses a un piso de la Avenida de Andalucía, según los vecinos, que aseguran que fue expulsado de la casa por su madre por las continuas peleas y agresiones.
Tras su confesión, un tramo de la calle San José fue acordonada. A ambos lados de la cinta policial se congregaron numerosos vecinos, periodistas y curiosos. Ninguno de los presentes aseguró haber escuchado nada el jueves, el día en el que supuestamente ocurrieron los hechos. Incluso una mujer que se encontraba presente en la escena expuso que su marido había tenido todo el día el coche aparcado en la puerta del número 10 de la calle. Los vecinos sí admitieron que las discusiones familiares eran muy frecuentes y en numerosas ocasiones obligaron a la Policía a acudir debido a la violencia con la que se comportaba Luis.
También habría tenido enfrentamientos y altercados con otras personas ajenas a su familia. El juzgado de instrucción número 3 de Dos Hermanas se ha hecho cargo de la investigación del suceso. La casa quedó precintada pasada la medianoche.
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