El Cuco ingresa de forma voluntaria en el centro donde estará hasta 2013
El internamiento se produce con independencia del posible recurso contra el fallo de la Audiencia ·Trasladan a Miguel Carcaño de la prisión de Morón a Sevilla I.
Francisco Javier García Marín, el Cuco, ingresó ayer de forma voluntaria en un centro de menores de la provincia de Córdoba, donde deberá acabar de cumplir hasta marzo de 2013 la condena de tres años de internamiento que la semana pasada confirmó la Audiencia de Sevilla por encubrir el asesinato de Marta del Castillo.
El abogado del joven, Fernando de Pablo, ha confirmado a este periódico que, una vez que la Audiencia ratificó la sentencia -que además le impuso el pago de 414.910,79 euros como indemnización por el coste de la búsqueda del cadáver de Marta-, el juez de Menores le requirió ayer para iniciar la fase de ejecución del fallo, dándole un plazo de tres días para alegar. El letrado explicó que, nada más ser requerido, Francisco Javier García Marín ha ingresado de forma voluntaria sin agotar ese plazo porque considera "más oportuno" que el joven comenzara a cumplir el resto de la pena para evitar de nuevo la presión mediática que se está generando en torno a él, tras haber prestado esta semana declaración en el juicio contra Miguel Carcaño y los otros acusados.
De Pablo precisó que este ingreso se produce con independencia de la decisión final que adopte sobre si recurre o no la sentencia de la Audiencia de Sevilla, pues el abogado dijo que aún está estudiando si recurre la sentencia en amparo ante el Tribunal Constitucional o ante el Tribunal Supremo mediante un recurso para la unificación de doctrina.
El Cuco es por ahora el único condenado por encubrir el asesinato de Marta del Castillo y todavía le queda por cumplir aproximadamente otro año y cinco meses de internamiento, con lo que no será libre hasta marzo de 2013. Una vez que la Audiencia de Sevilla confirmó la condena de tres años de internamiento -aunque el último mes debe cumplirlo en libertad vigilada-, el juez de Menores debe decidir ahora sobre cómo cumplirá el resto de la pena, puesto que podría optar por mantener al Cuco en el centro de menores o enviarle a cumplir lo que le queda en un centro penitenciario, dado que ya ha alcanzado la mayoría de edad.
Esta posibilidad viene contemplada en el artículo 14 de la ley de Responsabilidad Penal del Menor, que establece en su apartado segundo que cuando el menor alcanza la mayoría de edad sin finalizar el cumplimiento de la medida de internamiento cerrado, el juez de Menores, tras oír a la Fiscalía y al abogado del joven, el equipo técnico y a la Administración con competencia en materia de protección o reforma de menores, "podrá ordenar por auto motivado que su cumplimiento se lleve a cabo en un centro penitenciario conforme al régimen general previsto en la Ley Orgánica General Penitenciaria si la conducta de la persona internada no responde a los objetivos propuestos en la sentencia".
La resolución del juez de Menores ya apuntaba que el menor sabía dónde estaba el cuerpo de Marta pero se había negado a desvelar su destino y señalaba que no había mostrado ningún síntoma de arrepentimiento ni había pedido perdón a los padres de Marta, argumentos que pueden jugar en contra del menor a la hora de decidir dónde debe finalizar la condena.
Francisco Javier García Marín ya ha cumplido nueve meses de los tres años de internamiento en centro cerrado a los que ha sido condenado y ha pasado casi 19 meses en un piso tutelado de Puerto Real (Cádiz), con una medida cautelar de convivencia en grupo que se prolongó hasta el 2 de junio de este año, cuando la Audiencia le dejó en libertad a la espera de que se resolviera el recurso contra su condena.
El tiempo que ha pasado en el piso tutelado tendrá que ser compensado ahora cuando se efectúe la liquidación de la condena -es decir cuando se calculen los meses que le quedan- y para valorar esa medida los jueces suelen aceptar un criterio que fijó en una instrucción el fiscal de Sala de Menores del Tribunal Supremo, según la cual cada día de internamiento en un centro cerrado equivaldría a dos de estancia en régimen semiabierto -medida semejante a la del piso tutelado- y a cuatro de libertad vigilada.
De acuerdo con este criterio, el Cuco habría cumplido hasta que quedó en libertad 566 días de régimen semiabierto, que habría que comprensar con 283 días de internamiento en centro cerrado. Este abono, sumado a los nueve meses que ya cumplió en el centro, supondría que de los tres años de condena, Francisco Javier García Marín habría cumplido más de 18 meses y le quedaría aproximadamente otro año y cinco meses.
Por otro lado, el autor confeso del crimen, Miguel Carcaño, ha sido trasladado desde la cárcel de Morón de la Frontera, donde permanecía ingresado desde que fue detenido en febrero de 2009, a la prisión de Sevilla I al objeto de facilitar su traslado a la Audiencia Provincial de Sevilla, donde se está juzgando a los acusados desde hace dos semanas.
En este sentido, fuentes del caso han informado a Europa Press de que el traslado de Miguel Carcaño desde la cárcel de Morón hasta la prisión de la capital andaluza se produjo "a los dos o tres días" de comenzar el juicio, en el que la Fiscalía pide para el autor confeso del crimen 52 años de cárcel por los presuntos delitos de asesinato, dos delitos de agresión sexual y otro contra la integridad moral.
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