Rubén sale al rescate (1-0)

Betis-celta de vigo

El Betis se impone al Celta y se acerca a la Liga Europa en un partido marcado por el calor. Los locales salieron con un juego intenso, pero debieron esperar al gol del canario.

Francisco José Ortega

12 de mayo 2013 - 18:41

Sevilla/Paso importantísimo para el Betis en su lucha por participar en la próxima edición de la Liga Europa. Un solitario gol de Rubén Castro sirvió para rescatar al equipo de Pepe Mel del errático rumbo en el que se hallaba inmerso en el transcurso de la segunda vuelta. Pero el canario supo aparecer en el momento justo, cuando el partido se ponía cada vez más complicado y aprovechó un resbalón de un rival para agradecerle el error y anotar el 1-0. Tres puntos más al casillero, 52, nada más y nada menos que 52, en el total del Betis en el presente curso a falta de tres jornadas para la finalización del mismo, y eso conduce a pensar que el listón europeo será superado en un ejercicio de muchísimo mérito para los verdiblancos.

Son balances antes de tiempo, cierto, pero el Betis ya roza con las yemas de sus dedos un objetivo que casi nadie se hubiera atrevido a aventurar con los calores veraniegos. Pues bien, cuando las temperaturas ya vuelven a ser elevadas en Sevilla, en el mayo mariano y florido, el cuadro de Pepe Mel está en disposición de convertir en realidad lo que era un sueño para muchos de los suyos. Le ha bastado para ello con sumar un triunfo después de mucho tiempo, justo lo que no parecen capaces de hacer los equipos que compiten por esas mismas posiciones, que son, a día de hoy, el Getafe, el Sevilla y el Rayo.

Ése es el gran valor del gol anotado ayer por Rubén Castro en ese partido dominguero que se disputó bajo un calor insoportable. Porque la temperatura de ayer en el Benito Villamarín era insufrible, y lo era no sólo para los aficionados, que también, sino para los propios protagonistas, para unos futbolistas que debían correr hacia uno y otro lado sin saber si podrían aguantar semejante esfuerzo o sus cuerpos dirían basta en un momento determinado. Y particularmente duro sería para un Betis que salió con toda la cuerda dada y que después pagaría semejante esfuerzo al no haber sido capaz de anotar un gol en el tramo inicial.

La estrategia de Pepe Mel pasó por ahí, por afrontar el partido como si se fuera a acabar a los veinte minutos para hacerle daño al Celta. La lógica dictaminaba que el equipo vigués acusaría más el esfuerzo, pues había jugado el pasado miércoles contra el Atlético de Madrid y el tanque del combustible ya está bastante justito a estas alturas del curso. Además, el Betis buscaba un gol inicial que pudiera invitar al adversario a darse por vencido antes de tiempo, a cogerle asco al juego y al calor que hacía en Sevilla a esas horas.

Bajo esas premisas, Mel dispuso a los suyos con una línea cuatro atrás, como siempre; un cierre en el centro del campo, en este caso Rubén Pérez, y a partir de ahí hombres todos ofensivos. El técnico bético, por tanto, se acercaba esta vez mucho más al 1-4-1-4-1 en el que Beñat estaba más cerca de Rubén Pérez y Nosa Igiebor se movía en las proximidades de Rubén Castro para que Pabón se desplazara hasta la banda derecha y Juan Carlos fuera el extremo zurdo. Pero, aparte de la colocación de los peones, lo más importante del planteamiento estaba en la intensidad con la que arrancó todo. El Betis quería el 1-0 muy pronto.

Tanto fue así que los aficionados béticos ya habían celebrado de manera precipitada dos goles de los suyos cuando ni siquiera se llevaban consumidos diez minutos del litigio. El primero lo metía Rubén Castro en la portería tras un toque previo de Amaya; el segundo corría a cargo de Igiebor después de un pase del canario. Pero en ambas ocasiones levantó su bandera el auxiliar de Fernando Teixeira Vitienes por fuera de juego previo y aunque en el primero se equivocó, pues señaló el de Rubén Castro, sí es verdad que en las dos jugadas se produjo un orsay de algún futbolista bético que participó en la jugada.

Era un tramo de un fútbol intenso, con fuerte presión a un Celta incapaz de sacar la pelota desde atrás, y con un Nosa Igiebor capaz de hallar líneas de pase en la zona donde es más complicado encontrarlas. Pero esa fuerza se esfumaría como si de gaseosa se tratase y una ocasión de Rubén Castro detenida por Javi Varas se convertiría en el epílogo para un Betis que acusaba el esfuerzo y la falta de premio. Igiebor empezaba a notar sus molestias y el Celta fue capaz de dar un paso adelante.

Sin embargo, Juan Carlos debió anotar el 1-0 antes de un intermedio que dio paso a un más de lo mismo. Hasta que Rubén Castro agradeció el resbalón de Jonathan Vila en una irrupción de Chica. El Betis pudo agrandar incluso la distancia a través del propio delantero canario y después supo sufrir atrás a pesar de la ocasión de Oubiña y de ese lamento celtiña por el fuera de juego de Túñez. Lances del partido y lo cierto es que Rubén Castro había rescatado ya los 3 puntos para sumar un total de 52, nada más y nada menos que 52. La Liga Europa está ahí, apenas a un pasito y sólo hay que darlo.

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