El concurso público no disipa del todo las dudas sobre el futuro de Aznalcóllar
El Grupo México, que se ha hecho con la adjudicación, protagonizó en agosto un grave vertido en el río Sonora. La otra empresa que puja por la explotación ya estudia un recurso.
Los componentes de la comisión técnica y la mesa de contratación (seis funcionarios y la directora general de Industria, Energía y Minas de la Junta, María José Asensio) no han necesitado apurar los tres meses que tenían, y que expiraban en marzo -prácticamente coincidiendo con las adelantadas elecciones autonómicas- para resolver el concurso de la Mina de Aznalcóllar y adjudicar su explotación. Su propuesta se hizo público ayer y es la de Minorbis-Grupo México, asociada con la empresa andaluza Magtel, que se ha impuesto en el concurso por un escaso margen: 75,9 puntos frente a los 73,6 que ha logrado su competidor, Emerita Resources España, del grupo de inversiones canadiense Forbes&Manhattan. Ésta emitió ya ayer un duro comunicado en el que anuncia que estudia acciones legales contra un proceso que cree falto de transparencia, entre otras cosas, porque no ha podido acceder a otra oferta, cuya solvencia cuestionan.
El recurso judicial no será la única duda que, en contra de lo que se pretendía con el concurso, planee finalmente sobre la reapertura de una mina que protagonizó el mayor desastre ambiental en Europa, en 1998, por la rotura de una balsa de residuos tóxicos y aguas ácidas que arrasó 4.000 hectáreas en el cauce del Guadiamar a las puertas de Doñana. Se da la circunstancia de que el grupo que se hará con la explotación-sólo falta la proclamación por parte de la Dirección General- ha protagonizado serios episodios de contaminación en otras minas. El más reciente tuvo lugar en agosto, con el concurso de Aznalcóllar en marcha: el vertido de 40.000 metros cúbicos de sulfato de cobre y otros metales pesados en los ríos Bacanuchi y Sonora desde su mina más importante, Buenavista, al norte de México.
En las exigencias ambientales que la Junta incluyó en el concurso no estaban este tipo de antecedentes. Sólo se descartaban a priori empresas que tuvieran "deudas" con la Administración autonómica, la forma de vetar a Boliden, que explotaba Aznalcóllar cuando se produjo el vertido y a la que la Junta sigue reclamando en los tribunales los 91 millones de euros que costaron las tareas de limpieza. No obstante, indirectamente, la multinacional sueca ya se ha beneficiado del concurso de Aznalcóllar, porque ha vendido los estudios que tenía sobre el yacimiento -la Corta de los Frailes quedó en una fase inicial de explotación cuando en 2001, con los precios de los metales bajo mínimos, echó el cierre- al menos a una de las dos empresas en la puja.
En cuanto a la propuesta que Minorbis-Grupo México tiene para Aznalcóllar, poco se sabe, más allá de que tendrá que ser una mina en galería, por las condiciones exigidas en el concurso, y que no podrá crear balsas de residuos, como la que se rompió hace casi 17 años. Fuentes de la Junta reiteraron ayer que las fechas que se siguen barajando para el inicio de la explotación son finales de 2015 o principios de 2016. Minorbis-Grupo México también debe asumir el mantenimiento y vigilancia ambiental que ahora costea la Junta: el control de las cortas, en una de las cuales siguen los lodos recogidos tras el vertido; la escombrera; la depuradora de agua; la presa de estériles clausurada y la balsas de escorrentías. Pero no hay más datos, porque la empresa que ha resultado adjudicataria ha optado en estos meses por no adelantar nada, en contra de la política de comunicación que sí ha desplegado su rival canadiense, que dio sus cifras de inversión, creación de empleo (450 directos) y compensaciones para la comarca a prensa, sindicatos, empresarios y políticos. De ahí que la primera reacción, ayer, de sindicatos y del propio alcalde de Aznalcóllar, Agapito Ramírez, fuera solicitar los detalles de un proyecto que desconocen.
La Consejería de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo sólo especificó los resultados que Minorbis-Grupo México ha obtenido en los distintos apartados del concurso. El proyecto ha resultado especialmente convincente en su viabilidad económico-financiera, en la que ha logrado el máximo de 20 puntos posibles. Ha logrado 7,3 de un máximo de 10 en el plan de investigación (inversión, calidad técnica, duración del periodo); 46,8 de un total de 60 que podían obtenerse con el proyecto de explotación (medidas de seguridad, instalaciones, planta de tratamiento, plan de restauración, propuestas ambientales, tratamiento de agua y plazo previsto para la puesta en marcha de la explotación). En cuanto a los compromisos adicionales de carácter social y medioambiental con el entorno -Emerita había anunciado en este sentido un centro de formación profesional y universitario sobre minería en Aznalcóllar- Minorbis-Grupo México ha obtenido un pobre 1,8 sobre diez puntos posibles.
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