Teddy Bautista: poder absoluto
La auditoría a la SGAE realizada por el exmagistrado Ramón López Vilas hace hincapié en el control directo del directivo imputado y revela un saldo de 145 millones de euros en derechos de autor sin identificar.
La Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) tiene en su haber 145 millones de euros recaudados y pendientes de que sean identificados los autores de sus derechos, según la auditoría realizada por la comisión de investigación de la entidad que ha sido presentada este lunes. El exmagistrado del Tribunal Supremo Ramón López Vilas, responsable de la Comisión, puesta en marcha a raíz de la investigación judicial que supuso la detención de exdirigentes de la SGAE como Eduardo Bautista, ha explicado los resultados de su trabajo, en el que recomienda a la entidad "diligencia" para avanzar en los sistemas de identificación de las obras.
El proceso de identificación previo al reparto de la recaudación por derechos de autor debe hacerse con mayor diligencia, según López Vilas, quien considera que la acumulación de una "masa importante" de capital pendiente de identificación, que supone un 4% del total, puede llevar a la "tentación" de acometer actividades que no sean propias de la SGAE. Precisamente el distanciamiento de la entidad de su genuina función de gestionar, promocionar y proteger la propiedad intelectual ha sido el factor determinante de la crisis vivida por la SGAE, según el presidente de la Comisión.
Así, ha destacado, durante los últimos años y bajo el liderazgo "indiscutido e indiscutible" de Bautista, que acumuló un poder "exorbitante y desmesurado", que ha comparado con el de un "monarca absoluto", se acometieron "estrategias visionarias" y un crecimiento "desproporcionado" de la entidad, invadiendo sectores que no eran de su competencia. Entre la facturación de la SGAE, la auditoría ha incluido la realizada por el Instituto Nóos, que presidió el duque de Palma, Iñaki Urdangarín, y que ascendió a 750.000 euros entre 2005 y 2010 por estudios sobre la imagen de la entidad de gestión. Según López Vilas, "la comunicación" entre la SGAE y el Instituto Nóos "fue una relación directa y personal" entre Bautista y Urdangarín.
El examen del funcionamiento de la SGAE en los últimos años se ha basado en una auditoría realizada por Ernst & Young, que ha centrado su análisis en el proyecto Teseo de renovación tecnológica de los sistemas informáticos (para lo que se creó la filial digital SDAE, que dirigió el principal imputado de la investigación judicial, José Luis Rodríguez Neri), y el proyecto Arteria de compra de teatros.
En lo que se refiere al proyecto Teseo, López Vilas ha explicado el exmagistrado, la auditoría refleja que desde 1997 a 2011, la SGAE aportó 71,4 millones de euros a la SDAE, de los que una parte importante fue para Microgénesis, empresa de la que fue administrador Rodríguez Neri, "amigo" y "colega" de Bautista, ha indicado.
Arteria, la gestora de teatros de la SGAE, se gestionó también de una forma personalista por parte de Bautista, que llevó a cabo inversiones "grandiosas y exageradas", de las que el catedrático ha aconsejado a la SGAE "retirarse" con el "menor daño posible".
La Fundación Autor de la SGAE destinó al proyecto Arteria 255,1 millones de euros a septiembre de 2011 (financiado con créditos bancarios por importe de 145 millones de euros), de los que 8,8 millones fueron "inversiones completamente frustradas", señala la auditoría. No obstante, López Vilas ha garantizado que aunque la entidad tiene una carga importante por los excesos cometidos en la inversión en inmuebles, puede asumirla perfectamente.
El catedrático ha considerado que el Ministerio de Cultura debería haber hecho más de lo que hizo en relación a la SGAE y ha criticado que se haya acordado solo de la entidad "en situaciones de crisis" y, por ello, ha destacado la necesidad de que el futuro Gobierno ponga en marcha un órgano de seguimiento de la entidad.
El informe, que ha sido remitido este lunes al Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, que instruye el caso sobre un supuesto desvío de fondos, incluye un código de buen gobierno para la refundación de la SGAE.
El exmagistrado ha explicado que Bautista declaró durante doce horas ante la Comisión de investigación, a la que aseguró que las decisiones que tomó eran colegiadas, cuando, ha recalcado, la actitud del Consejo de dirección hacia su entonces presidente era de "sumisión".
También te puede interesar
Lo último