La danza cae como "lluvia de palabras"

Danza

Autor/Dirección: Didier Théron | Intérpretes: Sylvain Riéjou, Patrice Usseglio, Marie Leca, Gilles Viandier Escenografía: Didier Théron, Emmaus | Diseño de Iluminación: Alain Paradis | Técnico de luces: Eve Anjalric Fotografía: Martin Brosch | Creación Musical: Wolfgang Amadeus Mozart

17 y 18 de abril (19.00) - Teatro Alameda

El coreógrafo y bailarín francés Didier Théron funda su propia compañía en 1987 y poco después recibe el Primer Premio de Coreografía Invernal de Avignon, divisándose ya desde el principio el éxito que tendría su trabajo, reconocido en la actualidad en todo el mundo. Su original investigación coreográfica explora en el lenguaje del cuerpo hasta sus últimas expresiones, para revelar la danza como una palabra absoluta, un lenguaje completo y universal por sí solo.

En paralelo a la compañía, Theron crea en 2004 el Espacio Bernard Glandier en Montpellier. Un espacio compartido con Michèle Murray y Maya Brosch, abierto a artistas invitados para residencias de creación y a pedagogos reconocidos internacionalmente.

En Forme es una magnífica muestra del estilo del autor, pues los bailarines en escena, Hichem Belhaj, Franck Delevallez, Marie Leca, y Gilles Viander, son verdaderos expertos en el lenguaje desarrollado por el coreógrafo. En esta obra, acompañada con música de Mozart, la danza se inspira en escritos y dibujos poco conocidos del famosísimo y peculiar escritor Franz Kafka. Theron intenta reproducir el universo personal del autor, un mundo loco y contradictorio, donde nada puede ser depresivo ni aburrido. Pero para ello huye de los tan manidos recovecos de la explicación psicológica y filosófica y se centra en los cuerpos, los gestos, los movimientos, los desplazamientos, el espacio, el ritmo de las acciones y reacciones. Es el momento de hacer surgir la danza, la palabra interior de los movimientos. Los bailarines hacen su caótica jornada a través de acontecimientos absurdos, denotando con esto una total falta de control de las situaciones en que se sumergen. Estos héroes del absurdo tienen aún así un completo dominio de las técnicas avanzadas de la danza posmoderna, manteniendo al público a la expectativa en todo momento con una coreografía intrépida, verosímil y con ciertas dosis de buen humor.

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