Colombia mata al jefe militar de las FARC en un bombardeo
Víctor Julio Suárez, alias 'Mono Jojoy', era uno de los líderes más sanguinarios de la guerrilla, que ha sufrido el mayor golpe de sus 45 años de historia.
La Operación Sodoma contra el campamento madre de las FARC en Colombia acabó con la vida del temido Mono Jojoy, jefe militar y número dos de esta guerrilla, que, con más de 45 años de existencia, sufrió el mayor golpe de su historia.
Víctor Julio Suárez, alias Jorge Briceño Suárez o Mono Jojoy, fue abatido durante un operativo conjunto de todas las fuerzas de seguridad del Estado en la serranía de La Macarena, al sur del departamento del Meta, junto con otra veintena de guerrilleros que formaban su cordón de seguridad.
"Ha caído el símbolo del terror", anunció el presidente Juan Manuel Santos desde Nueva York, ciudad que acoge la Asamblea General de la ONU y desde donde ha estado al tanto de los pormenores de la operación.
Santos conocía los planes antes de viajar a Nueva York, ya que el pasado viernes pasó la noche en la base militar de Larandia, en el sureño departamento de Caquetá, vecino del Meta, para pulir con la cúpula militar y policial los detalles de lo que estaba por venir.
Es "una noticia histórica", manifestó el presidente al informar de que el operativo, en que también se dio de baja a "gente importante que están siendo identificados", se puso en marcha en la noche del pasado lunes.
Inmediatamente después, el ministro colombiano de Defensa, Rodrigo Rivera, confirmó en Bogotá que la Operación Sodoma apuntó al mismo "corazón estratégico de las FARC, a la madriguera de Mono Jojoy'".
"En esta operación hemos llegado a la madre de todos campamentos de la FARC, más de 300 metros de longitud, con un búnker construido en concreto en el cual se refugiaba el cabecilla, con túneles de escape para burlar a la Fuerza Pública", explicó el ministro.
"Hemos llegado al corazón, a la guarida de las FARC", persistió Rivera, al calificar de "impecable" y "contundente" el operativo.
Asimismo informó de que durante los combates resultaron heridos cinco uniformados y que sólo hubo una baja mortal, Sacha, "una perrita antiexplosivos".
Se trató de un "minucioso planeamiento" bajo el liderazgo del presidente Santos, quien ha sido informado de cada detalle desde el pasado lunes, cuando se puso en marcha y que ha supuesto al menos nueve combates entre uniformados y guerrilleros, según el ministro.
Rivera destacó el trabajo de inteligencia previo y dijo que se trató de una acción conjunta entre el Ejército, la Fuerza Aérea, la Armada y la Policía Nacional.
Tras este gran operativo, el Gobierno tiene ahora sus ojos puestos en el máximo líder de las FARC, Guillermo León Saenz, alias Alfonso Cano, quien tomó la dirección de la organización tras la muerte del histórico fundador, Pedro Antonio Marín, alias Manuel Marulanda Vélez o Tirofijo, ocurrida en marzo de 2008 por un paro cardiaco.
Por eso, en medio de la euforia por el éxito de la Operación Sodoma, Rivera envió un mensaje muy claro a Alfonso Cano y a todos sus hombres: "entréguense, desmovilícense".
"Les garantizamos su vida, un trato digno, un trato justo en nuestro orden jurídico", insistió el titular de Defensa, quien remarcó que "las FARC se están desmoronando por dentro".
El presidente Santos también tuvo palabras para los líderes de las FARC, a los que dijo que ésta es "la operación bienvenida", en alusión a los inicios de su Gobierno que arrancó el 7 de agosto, fecha desde la cual la Fuerza Pública ha sido blanco de varios ataques y emboscadas con el resultado de más de 40 miembros muertos.
"Quiero felicitar a nuestras fuerzas armadas por su capacidad, decir que vamos a por ellos, que no vamos a bajar la guardia", exclamó Santos, al tiempo que reconocía que "queda camino por recorrer" para ver el fin de las FARC, a las que hoy, según dijo, se las propinó el "golpe más contundente en toda su historia".
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