Entre incapacidades y bostezos (0-0)
Grupo G. Costa de Marfil-Portugal
Costa de Marfil y Portugal decepcionan profundamente con mucho miedo a perder y poco que ofrecer en ataque. Ronaldo apenas apareció y Drogba jugó media hora muy disminuido.
Esto no ha hecho más que empezar pero, visto lo visto, resultaría complejo elegir rival para un hipotético cruce de octavos. Costa de Marfil y Portugal mostraron tantos miedos y tantas incapacidades que es imposible que las mantengan todas en los últimos días de junio. Especialmente llamativo es el caso luso, absolutamente conforme con el resultado cuando los africanos apretaron.
Con su fútbol directo, fuerte y simplón, Costa de Marfil apenas pasó apuros y obligó a Portugal a emplearse defendiendo. Con Drogba testimonial –se puso de gol pero parece que el brazo distrae mucho–, el aire brasileño de Gervinho fue lo más destacable de los marfileños. Eso y su buena disposición a dejar sin espacios a Cristiano Ronaldo y sin oler balón a Liedson.
Eriksson lo tiene claro: Kolo Touré y Zokora como centrales, el sevillista convertido en líbero y lastrado por una tempranísima amarilla. Ambos muy solventes. El centro del campo africano es otra historia, con evidentes dificultades durante muchas fases para mantener la posesión. Llegar, llegaban; nada de claridad, pero situaban la pelota a la altura del área portuguesa. A partir de ahí, la noche. Un centro a la nada, cuatro recortes cuando sobraban dos, pulso en carrera para perder el balón por línea de fondo... Costa de Marfil es fuerza pura y Portugal apenas pudo contrarrestarlo con posición y contragolpe.
Portugal debe mejorar con Pepe de cierre, pero sobre todo cuando Cristiano Ronaldo deje de pensar que va a salvar a la humanidad y Queiroz decida que el centro del campo necesita un impulso. Tiago parece mejor opción que Mendes o Deco, y renunciar a las bandas con el físico tan espectacular de los marfileños daba un margen muy estrecho para poder entrar. Aun así, la ocasión más clara del partido fue portuguesa, con un tirazo de Ronaldo a los diez minutos que golpeó de manera virulenta el poste derecho del meta Barry.
Entre bostezos llegó el descanso y Costa de Marfil decidió que necesitaba un cambio de ritmo habida cuenta de los problemas de Portugal para pisar área y su descarada cesión del balón. Con más ganas que acierto –Demel, Tiene, Tiote, Dindane... tienen un físico portentoso y una cultura futbolística limitadísima–, Portugal acabó semiencerrado y casi agradeciendo la falta de decisión marfileña para probar a Eduardo.
Ni Kalou, ni Gervinho, ni Drogba... Costa de Marfil no encontró la forma de generar una ocasión de gol de verdad y se quedó con la sensación de haber podido dar un golpe de consideración en el grupo. Está por ver cómo evolucionarán ambas selecciones y si finalmente alguna se cruzará con España, pero la evolución va a tener que ser profunda para no quedar a merced de una acción afortunada o una resolución dramática. Con este fútbol, por llamarlo de algún modo, tienen difícil llegar lejos.
0 - Costa de Marfil: Barry; Demel, Kolo Touré, Zokora, Tiene; Dindane, Yaya Touré, Tiote, Eboué (Romaric, 88'); Gervinho (Keita, 82') y Kalou (Drogba, 66').
0 - Portugal: Eduardo; Ferreira, Alves, Carvalho, Coentrao; Meireles (Amorim, 85'), Mendes, Deco (Tiago, 62'); Cristiano Ronaldo, Liedson y Danny (Simao, 55').
Árbitro: Jorge Larrionda (Uruguay). Amonestó a Zokora (7') y Demel (21'), de Costa de Marfil, y a Cristiano Ronaldo (21'), de Portugal.
Incidencias: Encuentro de la primera jornada del Grupo G disputado en el estadio Nelson Mandela Bay de Port Elizabeth.
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