La aldaba
Carlos Navarro Antolín
El rey brilla al defender lo obvio
Cuatro miembros de ETA han sido detenidos en Francia y en Portugal en dos operaciones llevadas a cabo por la Guardia Civil.
En Portugal, fueron detenidos dos terroristas cuando huían de la Guardia Civil tras ser interceptada la furgoneta que dirigían cargada con explosivos en Bermillo de Sayago (Zamora), ha confirmado la subdelegada del Gobierno en la provincia, Pilar de la Higuera.
Las detenciones se han producido después de que la Guardia Civil parase el vehículo en un control de las Fuerzas de Seguridad a la altura de Bermillo de Sayago, momento en el que el conductor del vehículo escapó en el coche patrulla de los agentes en dirección a Fermoselle, localidad situada junto a la frontera con el país luso.
Uno de los detenidos es el conductor de la furgoneta cargada con los explosivos, mientras que la otra persona arrestada es la conductora del coche lanzadera que guiaba a la furgoneta interceptada, ambos vehículos con matrícula de Francia.
Después de que los agentes pararan la furgoneta cargada con explosivos, las Fuerzas de Seguridad ordenaron el desalojo de las viviendas más próximas al lugar en el que se localizó el vehículo como medida preventiva, ha precisado De la Higuera.
Por el momento se desconocen más datos acerca de la cantidad y características de los explosivos hallados en la furgoneta, así como otros datos sobre las circunstancias en las que se desencadenaron las detenciones.
En Francia, en la región de Clermont Ferrand, se han arrestado a dos etarras cuando se dirigían a un zulo que estaba controlado por la benemérita, informaron a fuentes de la lucha antiterrorista.
Estas mismas fuentes precisaron que la detención se ha producido en el marco de una operación dirigida por la Guardia Civil y que los dos presuntos terroristas iban armados en el momento de su arresto en una zona en el monte de la citada localidad gala.
Otras fuentes cercanas a la operación añadieron que el escondite de la banda al que se dirigían apenas contaba con 3.000 euros y que, desde hacía meses, estaba controlado por el Instituto Armado.
Se trata de un hombre y una mujer y, a falta del cotejo oficial de huellas, la identidad de ella podría ser Zaider Iruburru.
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