"El nicho de Facebook está caduco y desapareciendo"
Alejandro Suárez Sánchez-Ocaña. Empresario y asesor de capital riesgo
Asegura que los monopolios de IBM y Microsoft en los años 80 y 90 son una broma al lado de Google. Avisa de que Francia ya ha legislado que debe haber una tasa por la distribución de contenidos.
De business angel a azote de Google. Azote de Google como analista de su negocio, este madrileño del 73 recuerda los créditos al 18% y los atracos que sufría para no perder el optimismo ante la crisis ("parece el apocalipsis y ha habido épocas peores"). Por ello pidió a su editorial poner un Sí bien grande en un título al estilo Obama. ¡Sí! Puedes reúne 40 consejos para mentes inquietas. Inversor e impulsor de 12 empresas de medios, tecnología e internet, este business angel y asesor de fondos de capital riesgo pretende "tender la mano que no encontré cuando empecé".
-¿Google es el gran monopolio?
-En los 80 era IBM y en los 90, Microsoft: bromas comparados con Google. Iban a lo bestia, veías venir los tanques. Quiere ser el monopolio. Controlarlo todo. Tiene intereses en todas las industrias, acuerdos con la NASA o la Agencia de Seguridad americana. Si ven negocio se asociarán contigo, aprenderán de ti y te echarán. Ahora van a por el nicho que ha creado Spotify. Es la pena de Google, ya no es tan innovadora. En los 90 tuvo ideas geniales y revolucionarias; hoy tiene tanto dinero que espera a que lo hagas tú todo y te machaca.
-Si consigue que podamos hacer de todo en su plataforma, ¿qué queda?
-Nada. Lo más angustioso es que ya son los bibliotecarios del mundo. La historia la escribían los ganadores, ahora Google: pone en marcha el dominio Google Palestina y se toma como un reconocimiento a un país. Estamos perdiendo el norte. Cuando la isla de Perejil está en disputa hay movimientos diplomáticos para ver si Google Maps se lo da a España o a Marruecos. Parecen capaces de reescribir la historia; el fascismo acabará siendo lo que digan los cien primeros resultados de Google. Si algo no le gusta no será la definición visible.
-Dice que el gran fallo de Google fue menospreciar las redes sociales.
-Se anclaron en una posición soberbia y se les fue de las manos. Intentaron comprar Facebook y no vendió. Microsoft compró acciones a un precio fuera de mercado que limitaba una OPA. Google lanzó iniciativas para competir, alguna ridícula como Buzz. Con Google+ dan de alta automáticamente a los usuarios de Gmail: "Tenemos doscientos millones". Mentira.
-¿Google+ será capaz de tumbar a Facebook?
-Ni mucho menos, pero Facebook no mantendrá su dominio. Cada vez se usa menos: me di de alta, vi que mi ex novia era feliz y no sufría mi ausencia, encontré a diez amigos, ¿y ahora qué? No hay ahora qué. El mail, o Whatsapp, es más cómodo. Facebook es caduco y está perdiendo sentido, pero su nicho no será de Google+, está desapareciendo la red social como punto de encuentro. ¿Cuál está en auge? Twitter, una canal de comunicación. Podemos seguir aunque ya nos hayamos encontrado.
-¿Qué opina de la reclamación de los editores respecto al buscador?
-En Francia ya se ha legislado que debe haber una tasa, y que sea europea. Hay copia y distribución no autorizada, y lucro cesante. Ese usuario que iba a entrar en tu web y ver publicidad hacia tu contenido, te contabilizaba y subía la audiencia y así las agencias de publicidad te daban más, no entra y nada de eso sucede porque Google News dice: soy rápido, sin publicidad y te lo regalo. ¡Regala lo tuyo!
-¿Qué panorama digital dibujaría en 2020?
-El ordenador de casa tiene la capacidad de un ratón. En 2020 tendremos el primero al nivel de un cerebro humano. A los cinco años lo tendremos en casa por mil dólares, será un producto de consumo y será revolucionario. En 2050 los habrá con la capacidad de toda la humanidad. Lo llaman the singularity, el momento cero de la tecnología.
-Se define como inversor privado. ¿Adiós a lo público? ¿Invierte correctamente el Estado?
-No trabajo con dinero público sino con el mío. No es función estatal invertir en empresas. Sólo pido que no legisle demasiado y no moleste, que prepare el terreno para la función privada.
-¿Por qué se ha tardado tanto en regular el cobro del IVA de los autónomos?
-Por un tema financiero. En los años de bonanza nos lo fumamos en otras cosas y ahora es difícil de resolver. Hay que racionalizar impuestos: si invierto 100.000 euros en ayudar a un emprendedor y quiebra, no lo puedo consignar como gasto. Si paso una noche loca en el casino, sí. No fomenta el dinamismo empresarial.
-¿El tejido empresarial es el adecuado para resurgir?
-No hay. No producimos nada, sólo damos servicios.
-¿Ha dependido demasiado de la función pública?
-En algunas comunidades (Andalucía, Extremadura y otras como País Vasco o Navarra) de forma excesiva. Ejemplo: burbuja biotecnológica de Navarra, das una patada y salen cinco biotec.
-Sin modas. ¿Cómo explica que Andalucía siempre esté a la cabeza del paro?
-Conozco bien Andalucía, veraneo en El Puerto, y veo que el tejido empresarial no está equilibrado: empresas grandes o de dos personas.
-¿Qué tal el coworking?
-No soy muy partidario. Ninguna empresa relevante ha nacido así.
-¿Hay suficientes mentes inquietas?
-Sí, pero muchas están paralizadas, acojonadas, pensando en la prima de riesgo. Hay que preocuparse de lo que puedes controlar.
-¿Un asidero bueno eso de la cosa está fatal?
-Decir que los políticos se lo llevan, las multinacionales tal o cual e insultar a los banqueros es fácil y también se puede decir en bonanza. Ninguno de nosotros va a hacer algo que cambie la historia, eso es así, pero debemos intentarlo. Y la gente no lo intenta.
-El optimismo de su libro, ¿justificado o necesario?
-Las dos cosas, y una crítica feroz al optimismo kamikaze. Gente que dice "lánzate, monta tu empresa, con un par". No se puede animar a la gente de manera indiscriminada. Que utilice su paro y se juegue el futuro de sus hijos sin formación adecuada, expertise...
-¿No nos gusta la verdad?
-A nadie. Y menos que la culpa de la crisis la tenemos todos. Culpar a bancos y políticos es fácil y no aporta.
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