El PP deja a un PSOE noqueado en Andalucía
Los populares de Javier Arenas gobernarán en todas las capitales y son, por primera vez, la fuerza más votada · El PSOE de Griñán encaja el peor resultado de su historia, y deja en el aire su proyecto
Debacle socialista, vuelco electoral popular, victoria por K.0 o tsunami azul. Ni los más optimistas del PP ni los más pesimistas del PSOE lograron imaginar nunca un resultado como el que las urnas arrojaron anoche en Andalucía. A partir de ahora, habrá que eliminar del diccionario político español eso del granero de votos socialista, porque nunca hasta ahora se había enfrentado el Partido Socialista a tamaña pérdida de poder institucional. Una sola muestra: el PP gobernará en cinco de las ocho diputaciones de la comunidad, un verdadero asalto al poder a estas plataformas políticas. Aunque en demasiadas ocasiones se abusa del término histórico, el PP andaluz trazó el 22-M una raya entre un antes y un después. Un giro electoral en toda regla que puede anticipar una victoria de los populares de Javier Arenas en las elecciones autonómicas de marzo de 2012.
Por primera vez en su historia, los populares ganaron a los socialistas en número de votos en unas elecciones andaluzas, y no sólo fue eso, sino que la diferencia rompió hasta todas las previsiones. Siete puntos de diferencia a favor de los populares de Javier Arenas, un total de 297.000 votos más que los socialistas de José Antonio Griñán. El proyecto socialista del presidente de la Junta, que accedió a la secretaría general socialista hace sólo un año, sale ciertamente comprometido. A Griñán y su nuevo equipo, liderado por la secretaria de Organización, Susana Díaz, sólo le quedará el argumento de que la fuerza de la ola popular ha sido un tsunami que ha barrido toda España, aunque algunas de sus decisiones personales han resultado como los más sonoros fracasos, caso de Jerez, donde la hasta ahora alcaldesa, Pilar Sánchez, se vio obligada a dimitir anoche mismo. Sin duda la crisis y la imagen de José Luis Rodríguez Zapatero son los factores que más han aportado a esta debacle. Dos hechos nefastos.
A pesar de unos datos tan contundentes, José Antonio Griñán afirmó anoche que, con estos resultados, "la derecha no gana en 2012".
Este cómputo global de votos a favor de los populares se ha traducido en una amplia victoria por mayoría absoluta en las ocho capitales, y en las principales ciudades: Jerez, donde los socialistas se anotan un verdadero desastre; Algeciras, donde el PP gana por mayoría absoluta, y Marbella, donde ya la tenía. Sólo le queda Dos Hermanas entre el grupo de los municipios más poblados, aunque también en esta población su alcalde, Francisco Toscano, ha perdido tres concejales. En Alcalá de Guadaíra, una de las poblaciones más socialistas de España, han conservado la mayoría absoluta por un solo concejal.
Los socialistas salen de los gobiernos municipales de Sevilla y de Jaén, donde el PP gana por goleada. En la capital hispalense, el candidato popular Juan Ignacio Zoido ha logrado una victoria histórica en la ciudad al imponerse en 20 concejales sobre 11 del socialista Juan Espadas. La sustitución del anterior alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, por Espadas se ha revelado como un fracaso humillante, que posiblemente será utilizado por aquellos del PSOE que preferían una sucesión desde dentro; es decir, que un concejal se hubiera convertido en el candidato. Sin embargo, ésta fue una decisión desautorizada por la ejecutiva regional de Griñán, algo parecido a lo de Jerez. No obstante, la ola azul hubiera arrastrado, posiblemente, cualquier otra opción. Y en Jaén, la alcaldesa Carmen Peñalver también se ha visto arrasada por la marea de los populares.
En Córdoba, José Antonio Nieto se ha hecho con la Alcaldía de la ciudad, y el partido de Rafael Gómez, Sandokán, se ha convertido en la segunda fuerza, desplazando a Izquierda Unida, que era la gobernante, y al PSOE, convertido en la cuarta fuerza de esta capital andaluza. En Córdoba, los socialistas perdieron todas las oportunidades cuando la candidatura de Miguel Ángel Moratinos se cayó del cartel. Juan Pablo Durán, aspirante y secretario general de los socialistas cordobeses, ha cosechado el peor resultado de la historia para este partido.
Los populares han vencido sin problemas en Almería, Granada, Málaga e, incluso, en Huelva, donde los socialistas no se han cansado de repetir que el alcalde, Pedro Rodríguez, daba síntomas de agotamiento.
Pero, especialmente, signficativa ha sido el avance del Partido Popular en las ciudades medias del interior, aquéllas donde, según Javier Arenas, se iba a notar el posible cambio en las elecciones autonómicas.
El PP gobernará en Antequera, donde se presentaba la presidenta del PSOE andaluz, Rosa Torres; en Ronda, en Arcos, en Carmona, en Écija, en Úbeda, en Baeza, en Andújar, en Lucena, en Montilla, en Cabra, en Priego e, incluso, en Mairena del Aljarafe, el pueblo del cinturón socialista de Sevilla donde reside el presidente de la Junta. También en El Ejido, Garrucha y Huércal-Overa, en Almería. Y en Granada, en Guadix y en Motril.
El comentario
Juan M. Marqués
El PSOE se juega hasta Suresnes
NI el "diluvio universal" que temía uno de los cargos institucionales más importantes del PSOE. Ha sido mucho peor. Castilla-La Mancha, Barcelona, la humillación de Sevilla y, lo nunca previsto, que el PP ganara por puntos en Andalucía. Cuando Zapatero convoque el comité federal, posiblemente el próximo sábado, para abrir el calendario de las elecciones primarias, no habrá ningún barón regional ni alcalde que saque pecho. Es más: con este resultado, no hay que descartar que algunas voces autorizadas levanten hoy la voz para cuestionar las primarias. Al PSOE le han perdido la crisis económica y las ocurrencias de José Luis Rodríguez Zapatero. Con la mayor pérdida de representación institucional de su historia -el PSOE no ha ganado en ninguna comunidad autónoma-, Zapatero pretende llevar ahora a su partido a una lucha entre dos sus ministros, Pérez Rubalcaba y Carme Chacón. ¿ Y qué hará el que pierda? ¿Se irá del Gobierno? Zapatero y sus primarios aludirán a las peticiones de los indignados de la Puerta del Sol y otras tantas plazas de España: más democracia interna. El PP mirará para otra parte y sonreirá. Lo que el PSOE se juega en estos días es su propia existencia como partido mayoritario, el legado de Suresnes: sin ciudades importantes, sin comunidades autónomas y con la brecha de unas primarias, los socialistas pueden ver reducido su grupo parlamentario en 2012 a un centenar de diputados. Efectivamente, el bipartidismo se acabará. Habrá una formación fuerte, el PP, y, a su izquierda, un rosario de grupos entre los que el PSOE será el más potente, pero no el partido de vocación de gobierno que ha sido hasta ahora. El electorado no acepta ni más frivolidades ni paños calientes: Griñán no ha entendido el mensaje, ni se ha enterado; dice que la "derecha" no ganará en Andalucía.
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