Elecciones agrarias... O el retrato de Dorian Gray

La opinión invitada

Debate sobre la futura ley de Representatividad Agraria.

José Manuel De Las Heras

07 de enero 2014 - 12:25

En su primera intervención como Ministro en las Cortes, hace ya casi dos años, Arias Cañete expresó su intención de renovar el actual modelo de representatividad agraria mediante la convocatoria de un proceso electoral de ámbito estatal en el sector. Desde entonces, la Unión de Uniones, organización que tengo el honor de representar, se ha posicionado a favor de la celebración de la consulta. Se lo hemos reiterado en tantas ocasiones como hemos tenido oportunidad de reunirnos con él y le hemos hecho llegar nuestras propuestas dirigidas a que los resultados reflejen fielmente el veredicto de los agricultores y ganaderos acerca de quiénes desean que les representen. Estamos convencidos de que deben celebrarse.

Veo sin embargo enormes reticencias por parte de otras organizaciones, que respeto pero que no comparto en su totalidad, y temo que se deban al miedo enorme de que se conozca lo que son, por encima de lo que aparentan ser desde hace años. Una especie de síndrome de Dorian Gray, personaje de clase acomodada nacido de la imaginación de Oscar Wilde que, gracias a un raro conjuro, podía cometer toda clase de tropelías y mostrar un rostro joven y bello; mientras que era su retrato, escondido en un desván, el que envejecía y se desfiguraba con el tiempo y sus iniquidades. Las elecciones agrarias pueden ser para algunos su particular retrato de Dorian Gray que deje al descubierto, con el voto de los agricultores y ganaderos, el verdadero rostro que se esconde en el lienzo de su desván.

El rostro de los que han puesto a sus organizaciones por delante de los agricultores y ganaderos; porque sus estructuras, sus poltronas (grandes y pequeñas) y los privilegios que las acompañan son para ellos más valiosos que los intereses de aquéllos a quienes representan.

En la Unión de Uniones somos agricultores o ganaderos antes de cualquier otra cosa. Nuestras tareas de representación son un añadido más a las de nuestra explotación. Los servicios que ofrece nuestra organización no tienen como fin último hacer negocio con las cuotas o las comisiones de la PAC o los seguros; son un medio para, en un proyecto mucho mayor, ayudar a nuestra gente. No hemos perdido la noción de lo que es importante para el sector agrario. Por eso hemos seguido una trayectoria de independencia real y por eso pensamos que es una cuestión de higiene democrática que haya elecciones, que nuestro sector coja el pincel, la papeleta en este caso, y nos pinte la cara a las Organizaciones Agrarias como le parezca.

¿Nos gustaría que a las elecciones agrarias concurrieran todos los profesionales?. Si, por supuesto. Nosotros lo somos y creemos que debe construirse el futuro del sector, con sus políticas y leyes, cimentándose sobre los profesionales directos y a los jóvenes. Aunque sabemos que para que exista un verdadero relevo generacional los jubilados de nuestro sector deben contar con unas pensiones dignas que les permitan económicamente ceder su explotación a los más jóvenes.

Y sabemos también, y así lo reclamamos, que la calidad y el nivel de vida en el medio rural pueden y deben mejorarse, contando con todos sus habitantes y que ese camino los agricultores y ganaderos lo andamos junto con nuestros vecinos.

¿Queremos que se convoque facilitando todo lo posible su participación?. Si, desde luego. Pero cuando se critica tanto como otros lo hacen el modelo de consulta planteado por el Ministerio, más parece que lo que no se quiere es que haya elecciones.

Para la Unión lo fundamental es que agricultores y ganaderos tengamos la oportunidad de expresarnos y renovar o quitar la confianza a quienes dicen representarnos. Y sin elecciones -que es lo que a algunos les pide el cuerpo aunque no se atrevan a confesarlo- lo que no hay son urnas, ni pocas ni muchas, ni cerca ni lejos.

¿Pensamos que las vamos a ganar?. Veremos. Donde las ha habido, como Cataluña o Castilla y León, hemos obtenido un respaldo mayoritario o muy importante. Pero lo que está claro es que en los territorios donde se han celebrado elecciones quienes han ganado siempre han sido los agricultores y ganaderos; porque, independientemente de los resultados, es positivo que las organizaciones agrarias quedemos obligadas por el voto a merecer la confianza de los agricultores y ganaderos y a hacer uso de ella con profesionalidad y honradez.

Eso nunca es malo. Incluso aunque pueda darse la circunstancia de que a nosotros mismos no nos guste como salgamos en el retrato. ¿Quién sabe?. En cualquier caso, expresarse en las urnas es un derecho democrático de los agricultores y ganaderos que vamos a defender.

Pero es que, además, a nosotros... nos puede la curiosidad.

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