Fantasías animadas del iberismo ilustrado
ESPAÑA Y PORTUGAL | CRÍTICA DE ARTE
El recuerdo de un atlas familiar es la excusa de la que parte Miguel Gómez Losada para ofrecer un rico muestrario de tipos, escenas y paisajes que son más que una ilustración una apuesta por la pintura
La ficha
'España y Portugal' de Miguel Gómez Losada. Hasta el 8 de enero de 2022. Galería Birimbao. Calle Alcázares, 5. Sevilla. Horario: Lunes: 18:00 a 21:00. Martes a Viernes: 11:00 a 13:30 y 18:00 a 21:00. Sábado: 11:00 a 13:30.
El problema que considero más actual de la pintura actual, ¿qué pintar?, es resuelto en esta exposición en la galería Birimbao por Miguel Gómez Losada recurriendo a la memoria personal activada por el recuerdo del deseo. No parece mala opción encontrar una vía para la pintura desde el deseo de reconstruir imágenes que hicieron despertar en otro tiempo la imaginación del niño que después se convirtió en pintor. Recreación en tiempo de deconstrucción, devolver el prestigio a la imagen desde el retorno a un pasado personal lleno de expectativas, curiosidad y aprendizaje.
Miguel Gómez Losada recurre a la memoria de un atlas familiar y al recuerdo de unos folletos ilustrados para volver a esa etapa de formación posiblemente cuando ni sabía que se estaba formando. Y, sin embargo, ante la muestra de imágenes que propone, sospechamos con razón que fueron un estimulo enorme para la construcción de su identidad. El otro que no soy yo estaba entonces en esos folletos y atlas que miraba con su padre, planeando viajes reales o imaginarios a otros mundos a través de sus maravillas más reconocidas.
Es lo que nos ofrece con una pintura de magnífica factura en esta exposición. Mas allá de su iberismo sentimental, España y Portugal nos entrega los eslabones, muchos de tantos otros posibles, de ese deseo de construir una identidad desde el arte, los monumentos y las costumbres más arraigadas de esos lugares en donde todavía no se está aunque ya existen por la fuerza del deseo. Pero no es una operación nostálgica o no solo nostálgica; es una reconstrucción del deseo en el que nos hace participe a través de imágenes reconocibles pero que aparecen como incompletas, invitando al espectador a realizar el viaje a esos mundos que puede reconocer o no, pero que, en cualquier caso, la cualidad material de la pintura de Gómez Losada hace desear encontrarse con ellos y vivir en esa realidad ya utópica, por pasada, de lo que fue la España y Portugal de sus años tempranos.
Las imágenes de los cuadros aparecen como fantasmales a pesar de su materialidad, sin rostros individuales o incompletas en apariencia, sin que la obra aparezca inacabada; al contrario, el acabado de las obras y su atractivo es una invitación muy poderosa para que el espectador se introduzca en ellas y formule su propio deseo de vivir en esas imágenes que ya solo existen en las obras de Gómez Losada.
Aby Warburg, hablando de su hoy muy reconocido Atlas Mnemosyne, decía que las imágenes recogidas en el mismo no dejaban de ser el proyecto de una historia de fantasmas para adultos. Esos fantasmas en trance de aparecer o desaparecer en las pinturas de Miguel Gómez Losada reclaman la participación activa del espectador para transitar por jardines de ensueño, asistir a bailes populares o correr tras la tuna hasta el siguiente festejo.
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