El más bello paraísonazarí en Paradas

Arte

Reclamo turístico. El Carmen de los Arrayanes, casa nazarí en Paradas que tiene como referente la propia Alhambra, cuenta con numerosas estancias con decoraciones de yesería, azulejería en sus paredes y techos de lacería. Su diseño y decoración interior fueron ideados por el propietario, contando con la participación de artesanos de toda la comarca y rincones granadinos.

El idílico jardín del Carmen de los Arrayanes evoca la frescura, verdor y humedad de su hermana mayor: la Alhambra de Granada.
El idílico jardín del Carmen de los Arrayanes evoca la frescura, verdor y humedad de su hermana mayor: la Alhambra de Granada.
Fátima Fernández Sevilla

07 de febrero 2014 - 01:00

De la Alhambra de Granada se ha escrito y hablado mucho. A juicio de los expertos, se trata del mayor poema arquitectónico y visual que haya existido jamás. Ha inspirado sesudos tratados y los más bellos versos como los que Rafael Alberti dedicó a Federico García Lorca: "Se me aparece la Alhambra / con sus jardines, y el agua / fija, quieta o resbalada / de las fuentes, la alta gracia / del surtidor... y las lágrimas". Y cuando creíamos que ya habíamos tocado techo en halagos y admiración por esta creación, desde el municipio sevillano de Paradas recogen el testigo de un pasado nazarí exultante y hacen una réplica: la "pequeña Alhambra" o, como a sus habitantes les gusta llamarla, El Carmen de los Arrayanes.

Esta aventura comenzó hace mucho tiempo, cuando José Luis Romero Núñez, encontró un libro de su madre sobre La Alhambra y el Generalife. Su pasión por el arte granadino hizo que durante 30 años estudiase de manera autodidacta este estilo. Su fidelidad a él hizo que visitara 143 veces la Alhambra de Granada en los últimos tres años de obras -la construcción duró 12 años- para realizar dibujos y hablar con artesanos y expertos en el tema.

Desde 2005, este entrañable, culto y singular jubilado de 67 años, que trabajó durante 50 regentando un comercio de textil frente a la iglesia de San Eutropio de Paradas, es el propietario y diseñador de una casa de estilo nazarí.

El Carmen de los Arrayanes, nos cuenta Romero con gran pedagogía, "dispone de una planta árabe de cerca de 400 metros cuadrados distribuidos en gran parte por el salón y patio cubierto inspirado en la torre de las infantas. En otra planta está las habitaciones, que son cuatro". Las numerosas estancias de la vivienda cuentan con decoraciones de yesería, azulejería en sus paredes y techos de lacería. Sin olvidar un jardín idílico y una piscina cubierta por una cúpula deslizante sobre labrados arcos.

Esta "pequeña Alhambra", donde reside José Luis Romero y su familia, nos transporta a una época pasada a través del murmullo del agua de sus fuentes, el olor de sus plantas y su oda a la belleza. De hecho, conforma uno de los principales atractivos turísticos de esta localidad, recibiendo numerosas visitas que el propietario y su familia atienden amablemente. "La casa es totalmente confortable y muy cómoda; aunque esté totalmente nazarí, goza de todas comodidades de una casa moderna", añade Romero.

Un sueño hecho realidad. En cuanto a los artesanos y profesionales que han participado en esta gran construcción, explica, "la primera fase la levantó una empresa constructora de mucha antigüedad y solvencia, dejándola totalmente en bruto".

La segunda fase, continúa, fue realizada por artesanos autónomos (albañiles y escayolistas paradeños). Además, recuerda, "se han utilizado numerosas piezas de cerámica vidriada procedentes de talleres granadinos y más de 100 moldes distintos de silicona para las yeserías, que fueron elaboradas en un taller que creé para preservar en primera persona la calidad de las piezas".

Esta gran casa ha llamado también la atención de Hollywood a través de una enseña dedicada a localizar lugares y ambientes especiales para rodar películas. "Tarden más o menos, según esta empresa, rodarán algo aquí", concluye orgulloso este enamorado de un sueño que, con valentía y tesón, se ha hecho realidad. Y así, podría decirse que la "Alhambra pequeña" se hace eco de uno de los versos del poema de la fuente del Jardín de Daraxa: (...) "nunca se ha visto cosa mayor que yo, en Oriente ni en Occidente / ni en ningún tiempo alcanzó cosa semejante a mí, / rey alguno, en el extranjero ni en la Arabia". Compruébenlo... en Paradas.

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