La caída del PP pone en riesgo que conserve la Diputación

El rojo es el color predominante en el mapa provincial tras las elecciones autonómicas. Los socialistas han vencido en 137 municipios, los 32 restantes están en manos del PP. La suma de todos ellos alcanza las 169 localidades (los vecinos de Valderrubio fueron los únicos que votaron de todos los pueblos que recientemente han conseguido la independencia). En el ecuador del nuevo ciclo electoral, el PSOE es el que ha vuelto a reafirmar su condición hegemónica tras salir triunfante en las europeas de 2014 y en las andaluzas del año pasado. En esa oleada de optimismo ha recuperado plazas determinantes para provocar un cambio en el gobierno de la Diputación.

Sin ir más lejos, la capital, el Área Metropolitana y la Costa son áreas clave para dirimir el futuro de la institución provincial, una cuestión que se concretará justo en dos meses cuando se celebren las municipales del 24 de mayo. En la ciudad de la Alhambra no existe alarma para los populares al casi doblar a su inmediato perseguidor -el PSOE- aunque no hay que pasar por alto el descenso de apoyos que han experimentado, un fenómeno cuantificado en 21.328 sufragios menos.

De repetirse los mismos guarismos que en el 22-M, en el Cinturón los populares perderían Albolote, Alhendín, Armilla o La Zubia, puntos donde vencieron en la convocatoria regional de 2012. En el caso de Atarfe destaca que Podemos haya desplazado a la tercera posición a la formación que dirige Sebastián Pérez. Por su parte, en el litoral los socialistas reconquistan Motril mientras que Almuñécar sigue siendo un bastión azul.

Más allá de los límites geográficos de las dos mencionadas comarcas, el resto de las cabeceras son propiedad socialista: Baza, Guadix, Loja y Órgiva. En la primera incluso las distancias entre los dos grandes han aumentado. Del empate técnico de hace tres años la diferencia supera ahora los once puntos, aunque la sangría de votos ha afectado a ambos, especialmente al PP que pasa del 41,61% al 29,35%.

Situación similar ocurre en Guadix, un municipio que desde 2011 está gobernado por los populares. En Loja, los socialistas mantienen el tipo a pesar de una imperceptible caída de 164 votos por los 1.027 que deja de recibir el máximo rival. El proyecto del AVE que defiende el Gobierno central a su paso por esta localidad podría estar detrás de este comportamiento. Por otro lado, la capital de la Alpujarra sigue siendo bastión socialista.

El 22-M muchos ojos estaban centrados en la Alpujarra después de la guerra abierta entre la Diputación y la Junta de Andalucía con motivo de la polémica candidatura a Patrimonio Mundial de la referida comarca, impulsada por la primera administración.

Triunfo del PSOE, que logra vencer en 21 municipios de los 27 de la comarca. Descalabro del PP, que sólo ha vencido en las seis localidades restantes.

Clásicos a un lado, lo que estos comicios han dejado claro es que tanto PSOE como PP tendrán que ponerse las pilas de cara a próximos compromisos ante la irrupción de fuerzas emergentes. Podemos ha barrido a Izquierda Unida como tercera fuerza en la mayoría de municipios. Incluso ha desplazado a populares (al caso ya comentado de Atarfe hay que sumar los de Albuñán, Cáñar, La Malahá, Nigüelas y Soportújar) y socialistas, en Carataunas.

Aunque como en el ejemplo anterior, Ciudadanos tampoco ha conseguido ninguna pole. Lo más cercano a la primera plaza han sido varios terceros puestos como en Cogollos de la Vega, Jete, Polícar y Zagra. La mayor parte han sido cuartas posiciones por delante de IU. Esta última ha mantenido el tipo en Píñar, Guadahortuna, Moraleda o Salar como la segunda con más apoyo.

Los granadinos emitieron su juicio en las urnas. Unos números que cada una de las siglas utilizará para enfocar la estrategia de las municipales.